Mantuvo al perro en el balcón, sin refugio. El animal se quejaba y ladraba durante días. Tanto es así que los vecinos realizaron varias denuncias a la policía local por malos tratos. Pero cuando llegó el hierro fundido la situación empeoró aún más, con el riesgo de desembocar en algo verdaderamente dramático. Un hombre fue denunciado por crueldad animal, resistencia y amenaza a funcionario público con el agravante de utilizar un objeto capaz de ofender. El perro fue secuestrado y confiado al cuidado de un refugio en espera de adopción.
la inspección
La policía local de Segrate había recibido numerosas denuncias sobre un presunto caso de maltrato animal. Un perro pequeño, de raza mestiza y de tamaño mediano, siempre estaba en el balcón, sin refugio y con frío. El hierro intervino, acompañado de los veterinarios del Ats, para comprender cuáles eran las condiciones de vida del animal. Una vez en el apartamento los agentes encontraron al dueño en compañía del perro atado a un radiador con una cadena de menos de un metro de largo.
las amenazas
Los hierros primero pidieron al hombre que liberara al perro, desatando la ira del dueño que justificó la decisión de tener al perro así porque de lo contrario habría ensuciado la casa. El hombre empezó a amenazar con la fundición, acabando cogiendo un cuchillo de la cocina, con una hoja de unos 20 centímetros. Esto no termina aquí. Ante los pedidos de los agentes, el hombre arremetió contra el pobre animal, fingiendo el gesto de asfixiarlo con las manos alrededor de su cuello y gritando que lo estrangularía. Las fuerzas del orden y los veterinarios no tenían dudas: el perro no podía permanecer en esa casa.