La autopsia del cuerpo de Maria Campai, la rumana de 42 años que vivía en Parma, descuartizada en un garaje de Viadana tras un encuentro íntimo con un joven de 17 años que se encuentra actualmente en la prisión de menores de Beccaria, en Milán. , confirmó que la mujer desató una “ferocidad inhumana”. Las pruebas de la autopsia se realizaron el martes 1 de octubre y sirvieron para confirmar que la mujer murió por estrangulamiento, según confirmó el asesino, una joven estudiante de un instituto técnico, tercera hija de una pareja de trabajadores de origen albanés. Un movimiento de lucha resultó fatal para ella. Había señales de golpes en la cara y la cabeza. La mujer supuestamente recibió fuertes puñetazos antes de estrangularla. Pero la cosa no acabó ahí: la autopsia puso de relieve la violencia con la que la joven de 17 años se golpeó la cabeza contra la pared del garaje donde estudiaba y entrenaba con pesas para fortalecer sus músculos.
El asesinato estaba planeado desde hacía días, como lo demuestran las insistentes búsquedas en línea destinadas a identificar técnicas para matar a una persona con las manos desnudas. Los investigadores descubrieron entonces cómo el niño había enviado un mensaje de respuesta a Roxana, la hermana de María, quien le pedía actualizaciones (leer la entrevista exclusiva con ParmaToday.it) escribiéndole que estaba bien, que todo estaba bien y que estaba “con un hombre cariñoso”. En el barrio tenía fama de buen chico, cortés y un poco tímido. Encerrado en su propio mundo. En realidad, en las redes sociales circularon fotos que lo muestran con el torso desnudo, dispuesto a lucir sus músculos en cada ocasión y, lo más grave, fue que nunca perdió la oportunidad de elogiar a los hombres que matan mujeres, a los asesinos. de prostitutas, a asesinos independientemente.