Muchas mujeres en Nápoles han decidido rebelarse después de una nueva tragedia en la que murió Valeria.
Valeria, napolitana de 42 años, había ido a acompañar a sus hijos al colegio cuando ayer un coche la atropelló y la mató en Via Marina. La mujer cruzaba por el paso de peatones cuando el coche conducido a toda velocidad por una joven de 22 años no frenó a tiempo, abrumándola. Desafortunadamente, el cuerpo de Valeria fue arrojado a unos diez metros de distancia, sin dejarle escapatoria. La mujer es la vigésima primera víctima desde principios de año, un hecho sumamente preocupante que alarma a toda la ciudad.
Muchas madres que conocieron a Valeria, a quienes les gusta viajar por esos caminos peligrosos, dijeron que quedaron sin palabras ante el trágico suceso. Se unieron para rebelarse contra la imprudencia de quienes corren por las calles, superando constantemente los límites de velocidad de la ciudad, poniendo así en riesgo la vida de decenas de personas. Ahora se requiere un cambio, una propuesta política eficiente que pueda reducir el peligro en las calles de Nápoles.
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