Castillo Goffredo Segundo éxito consecutivo para Castellana. El equipo de Goffresi, después de la victoria en casa ante el corto Atlético Castegnato, también lo repitió ante Cazzago gracias al penalti obtenido y luego transformado por Denis Omorogieva. Los brescianos son la víctima favorita del delantero: el año pasado les marcó su último doblete. El del domingo fue su primer gol desde el 28 de abril. «Ha sido un partido muy duro – afirma el atacante – y muy peleado. En la primera parte ni nosotros ni ellos tuvimos grandes oportunidades de gol. El único peligro real fue el disparo de Menolli al larguero antes del descanso. En la segunda parte entramos al campo con determinación y ganas de llevar el resultado a casa. Y así fue: cometí el penalti decisivo que luego también convertí”. Los biancazzurri subieron a la segunda posición con ocho puntos, -2 detrás del líder Vertovese. «Para nosotros ha sido un comienzo diferente respecto a la temporada pasada – explica -. Con Juvenes y Valcalepio hubiéramos merecido más de lo que recibimos, pero mantenemos el vaso medio lleno. Este año espero un campeonato equilibrado porque ya no hay un equipo que “mata” a los demás, sino equipos fuertes como Rovato Vertovese. Por ejemplo, Darfo empezó mal: al final siempre es el terreno de juego el que habla. Hasta la fecha, el único equipo un poco más fuerte que los demás es el Rovato Vertovese”. Pese al buen inicio y tras la experiencia de la pasada temporada, el atacante prefiere tener los pies en la tierra. «Como primer objetivo apuntamos a la salvación. Queremos hacerlo mejor que el año pasado. El grupo es importante para nosotros y las compras realizadas por la empresa así lo demuestran. Personalmente, sin embargo, prefiero no revelarlo, aunque al menos me gustaría superar los dos dígitos. El entrenador me exige mucho, por eso trato de estar siempre centrado y centrado. Según él, el equipo funciona bien cuando los atacantes no dejan respiro a los defensores contrarios”. Aunque no esté en las mejores condiciones, Omorogieva quiere ser un punto de referencia para sus compañeras: «La temporada aún es larga. Desafortunadamente no comencé en las mejores condiciones, pero con el tiempo estoy seguro de que podré rendir al máximo. Llevo con dolores en el tobillo desde el inicio de la temporada”. «El próximo domingo – concluye Denis – nos enfrentaremos al BSV Garda, así que espero un partido difícil». Denis conoce el entorno, porque es una especie de ex, ya que jugó en el Bedizzolese, uno de los equipos implicados en la fusión (el otro es Vighenzi): «Es un equipo que ha conservado su esencia. Campo difícil, pero tendremos que intentar ser concretos”. Mientras tanto, el equipo biancazzurro está dando un golpe de efecto de última hora: Shnajder Ndoci, centrocampista nacido en 2004 procedente del Inter, llega procedente de Desenzano.