El gobierno italiano está evaluando un posible aumento de los precios del diésel mediante la realineación de los impuestos especiales. La hipótesis surge del Plan Presupuestario Estructural 2025-2029 presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas en el Parlamento. El objetivo es obtener más ingresos reduciendo las subvenciones consideradas perjudiciales para el medio ambiente.
La medida, si se aplica, Tendría un impacto significativo en los bolsillos de los automovilistas italianos.. El gobierno motiva esta posible decisión con la intención de redistribuir recursos hacia incentivos para la transición ecológica, penalizando el uso de combustibles fósiles. El objetivo declarado es ahorrar 2.000 millones de euros en “Subsidios Ambientalmente Nocivos” (SAD) para 2025.
En el Plan Presupuestario Estructural leemos que la reorganización de las exenciones fiscales tiene como objetivo “definir un sistema basado en principios de programación, selectividad y seguimiento ex anteen cumplimiento del equilibrio de las finanzas públicas”. El ejecutivo pretende “Racionalizar y simplificar áreas específicas de la tributación.” como el impuesto de timbre, el impuesto sobre sucesiones y donaciones, el impuesto de timbre y otros impuestos indirectos.
El impacto en los precios del combustible.
Actualmente, Según el Observatorio de Combustibles del Ministerio de Medio Ambiente, el precio de la gasolina es de 1.734 euros el litro, mientras que el del diésel es de 1.615 euros el litro.. Los impuestos (impuestos especiales + IVA) suponen el 60% del precio final de la gasolina y el 56,2% del del gasóleo.
Después de impuestos, el combustible en Italia cuesta menos que la media europea.
Sin embargo, una vez que se añade la carga fiscal, El precio al consumidor se ha más que duplicado y se encuentra entre los más altos de la Unión Europea.. Una posible realineación de los impuestos especiales sobre el diésel hacia los de la gasolina conduciría a un nuevo aumento de los precios en el surtidor.
La reacción de las asociaciones de consumidores
Las asociaciones de consumidores se oponen firmemente a la idea de reajustar los impuestos especiales. Assoutenti estima que esta medida podría resultar en una “Un golpe de 3.100 millones de euros a los automovilistas“. El presidente Gabriele Melluso afirma: “Sólo en 2023, los italianos pagaron un total de 38.000 millones de euros por los impuestos sobre los combustibles vendidos en Italia.“.
Según los cálculos de la asociación, La armonización de los impuestos especiales sobre el diésel con los de la gasolina supondría un aumento de alrededor de 5,5 euros a plena capacidad, con un impacto global de 3.100 millones de euros al año. sobre los consumidores, considerando los niveles de consumo en 2023.
Por lo tanto, el gobierno tendrá que evaluar cuidadosamente los pros y los contras de esta medidaequilibrando los objetivos medioambientales con el impacto económico sobre los ciudadanos en un momento ya caracterizado por presiones inflacionarias.