Dos protagonistas del quinto episodio, Shaila Gatta mi Javier Martinez Han discutido repetidamente los sentimientos e intereses que los unen entre sí.
Después del episodio, tras un nuevo enfrentamiento, los dos todavía sienten la necesidad de darse explicaciones, especialmente sobre la noche que pasaron durmiendo en la misma cama. “Tengo que ser honesto contigo, no me gustó la forma en que sucedió y me desanimó” comienza la bailarina, añadiendo: “Todo me pareció prematuro”.
Javier deja claro una vez más que su deseo de dormir juntos no era una forma de apresurar las cosas, sino sólo un intento de familiarizarnos más. Para Shaila, sin embargo, es un gesto de intimidad demasiado profundo y, aunque aprecia mucho a su compañera de cuarto, no cree que su relación sea lo suficientemente profunda como para llegar tan lejos. Sin embargo, insta a Javier a dejarse llevar y no tener miedo de buscar contacto físico con ella: “Si quieres venir a abrazarme o darme un beso, hazlo”.
“Siempre he dicho la verdad” continúa reiterando que siempre ha sido muy clara y que siempre ha declarado que aún es pronto para decir algo sobre sus sentimientos: “Siempre he dejado las cosas claras siendo siempre honesto y sincero”.
En definitiva, Shaila quiere tomarse todo el tiempo necesario para entender si realmente está interesada en alguien entre Javier y lorenzo. El voleibolista, por su parte, tiene toda la intención de darle el tiempo que necesita para que tome una decisión convencida y definitiva, a pesar de haberse declarado ahora de forma inequívoca. “Eres perfecta tal como eres, no quisiera cambiarte. Tienes razón, quería decírtelo” concluye la bailarina, asegurando al jugador de voleibol que su incertidumbre depende exclusivamente de ella.
“¿Te gusto o no?” Pregunta Javier en busca de un mínimo de claridad. “Me atraes, me gustas” responde el bailarín a pesar de algunos intentos de evadir la pregunta del argentino. “Intentaré ser más claro” añade el jugador de voleibol, decidido a mostrarle a Shaila todo su interés. “Sí pero con calma” responde la bailarina, decidida a no apresurar las cosas.
Los dos concluyen la conversación abrazándose en un tierno abrazo: el tiempo les dará las respuestas que necesitan.