Cinco muertos, entre ellos un niño de cuatro años, y al menos 38 heridos. Este es el dramático desenlace de la explosión que devastó un almacén de pirotecnia en el sur de Filipinas. La tragedia ocurrió ayer por la tarde, sábado 29 de junio, en la ciudad de Zamboanga: como muestran las imágenes difundidas en las redes sociales, la explosión destruyó literalmente el edificio, dejando un gran agujero en el suelo y provocando que escombros cayeran sobre edificios y casas cercanas.
Filipinas, explota un almacén de fuegos artificiales
El investigador de bomberos Luigi Chan confirmó el número de víctimas: “Cuatro trabajadores del almacén y el hijo de cuatro años de uno de los empleados murieron. La oficina de desastres de la ciudad confirmó el número de muertos y dijo que otras 38 personas resultaron heridas en el accidente, ocho de ellos en serio.”
El alcalde de la ciudad de Zamboanga, John Dalipe, publicó en Facebook fotografías tomadas desde el lugar de la explosión, con los rescatistas trabajando para limpiar las calles de escombros. Las autoridades locales han iniciado una investigación para averiguar qué provocó la explosión, que dejó un cráter de 20 metros, desmanteló las paredes del almacén y arrojó escombros sobre una fábrica de refrescos cercana, un almacén de cereales y harina y algunas casas de la zona.
Los bomberos tardaron dos horas en apagar el incendio iniciado tras la explosión, que fue tan potente que se extendió por 3.000 metros cuadrados.
