lo que dice el borrador de la UE – QuiFinanza

El calderas ya no podrán ser incentivados si al menos 51% De combustibles renovables, como el biogás. Una norma que entrará en vigor el 1 de enero de 2025 y decidida por los técnicos de la Comisión Europea para aplicar la directiva “Casas Verdes”, presentada recientemente a los operadores del sector.

Calderas verdes, lo que dice el texto

La directiva, aprobada el pasado mes de marzo por el Parlamento Europeo y posteriormente ratificada por los países miembros, establece que a partir del 1 de enero de 2025 dejarán de concederse incentivos financieros para la instalación de calderas alimentadas por combustibles fósiles. Sin embargo, esta definición está sujeta a diferentes interpretaciones. Por ello, los técnicos de la Comisión Europea están desarrollando directrices para aclarar el significado de estas disposiciones. Es importante subrayar que estas indicaciones no tienen la fuerza vinculante de una directiva, pero, sin embargo, proporcionan una orientación clara sobre las políticas de Bruselas.

Sin embargo, una sequía muy severa, que podría causar algunos dolores de cabeza a Italia. Hay dos pasajes que son particularmente significativos para nosotros: el primero aclara lo que se entiende por incentivos financieros, definiéndolos en sentido amplio como cualquier forma de apoyo económico proporcionado por una entidad pública, es decir, contribuciones para compradores, instaladores y exenciones fiscales. Cualquiera que sea la forma que adopten bonificacionesseguirán estando sujetos a las restricciones de la directiva.

El segundo paso se refiere a la definición de caldera alimentada por combustibles fósiles. Se precisa que “el hecho de que una caldera de gas se considere alimentada por combustibles fósiles depende de la mezcla de combustibles presentes en la red en el momento de la instalación”. Por tanto, no se tienen en cuenta las previsiones futuras.

¿Adiós a los incentivos a las calderas?

Los productores habían propuesto mantener los incentivos para los dispositivos que pueden funcionar con gases verdes, independientemente del combustible realmente utilizado, pero la propuesta fue rechazada por la Comisión: “Donde – leemos en las directrices – la red local transporta principalmente gas natural, No se fomentará la instalación de calderas. Sin embargo, cuando la red local transporta principalmente combustibles renovables, la instalación de calderas puede recibir incentivos financieros”. Por tanto, es necesario que al menos un 51% de combustible renovable, como el biometano, llegue al apartamento donde está instalada la caldera para obtener las bonificaciones fiscales.

Tal exigencia, en nuestro país, significaría la abolición de descuentos para calderas. De hecho, actualmente, considerando el volumen de gas transportado por la red italiana, el biometano representa una proporción extremadamente pequeña. El objetivo a largo plazo es alcanzar una cuota de 10%, sin embargo, muy lejos del 51% solicitado por Bruselas. Además, el biometano, en el futuro, se destinará principalmente a usos industriales más que residenciales. En resumen, los requisitos fijados por Bruselas son difíciles de cumplir, tanto hoy como en el futuro próximo.

Estas indicaciones, si se confirman en la versión final de las directrices (las discusiones continuarán en las próximas semanas), representan un desafío importante para el trabajo que el Gobierno italiano deberá afrontar en la reforma de las primas de vivienda. De hecho, a finales de 2024 expiran la mayoría de los incentivos dedicados a la construcción, empezando por el ecobonus para calderas.

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