Es uno de los aceites esenciales más conocidos y utilizados y, según un estudio publicado en el International Journal of Food Microbiology, también el más potente como desinfectante y antimicrobiano.
La medicina ayurvédica fue la primera en utilizarlo como terapia para numerosas dolencias: desde la intoxicación hasta el dolor de estómago, desde la tos hasta las náuseas.
En particular, el aceite esencial de limón acelera la pérdida de peso cuando se sigue una dieta porque estimula el hígado y la tiroides sin efectos secundarios.
Son suficientes 2 gotas sobre una pizca de miel o azúcar integral, de 3 a 5 veces al día. Si se utiliza para adelgazar, recomendamos disolver las 2 gotas en un vaso de agua, fría o caliente (así evitas las calorías de la miel o el azúcar).
También existen numerosos usos domésticos y cosméticos del aceite esencial de limón, empezando por la mascarilla facial iluminadora y purificante: Se elabora mezclando 2 cucharadas de aceite de almendras, con una de bicarbonato de sodio y 3 gotas de aceite esencial de limón. Aplicar sobre el rostro limpio, dejar actuar 10 minutos y luego enjuagar con agua fresca. La mascarilla se puede utilizar 2 veces por semana.
Añadiendo una gota a la pasta de dientes y al enjuague bucal se obtiene un efecto blanqueador, fortalece las encías y purifica la boca.
Tres gotas en la dosis habitual de jabón líquido utilizado para lavarse las manos actúan como una barrera eficaz contra los gérmenes.
