“La música contemporánea me deprime”, entrevista a Mirkoeilcane en concierto en Trento: “No persigo tendencias, necesitamos canciones que dejen huella”

“La música contemporánea me deprime”, entrevista a Mirkoeilcane en concierto en Trento: “No persigo tendencias, necesitamos canciones que dejen huella”
“La música contemporánea me deprime”, entrevista a Mirkoeilcane en concierto en Trento: “No persigo tendencias, necesitamos canciones que dejen huella”

TRENT. Ironía y elegancia al servicio de la música y la palabra. Se podría resumir así composición de Mirkoeilcaneartista romano nacido en 1986 que será el protagonista de Trento Viernes 21 de junio a las 21 horas en el escenario del Teatro Capovoltoen el marco de las celebraciones de Nochebuena.

El directo que verá el cantautor acompañado de su bandainaugurará la gira de verano para presentar su tercer álbum “La música contemporánea me deprime”estrenado el pasado otoño y cuyo título está claramente inspirado en la canción “Up patriots to arms” de Franco Battiato.

Compuesto con la voluntad de “No persigas las tendencias” y en la creencia de que “hay una Gran necesidad de canciones que dejen huella. desde el punto de vista artístico”, el álbum contiene doce pistas que le digan “la historia de los últimos cinco años”entre momentos de introspección y sutiles reflexiones sobre la contemporaneidad.

Para embellecerlo todo, dos invitados muy respetados: Giobbe Covattacon un monólogo sobre la religión y sus inconsistencias, y Daniele Silvestri quien además de participar en la presentación del tema “Serie B” ha colaboró ​​en los arreglos y a la coproducción del tema “En equilibrio”.

Mirkoeilcane, por favor, disipa inmediatamente nuestra curiosidad: ¿qué espectáculos en directo debería esperar el público trentino?

Les revelaré enseguida que el setlist incluye naturalmente canciones de su último trabajo y también algunas canciones “del pasado” que gustan a los oyentes. Desde el punto de vista musical, sin embargo, el directo refleja mucho el disco y la intención es transmitir un sonido muy puro, sin arquitectura moderna: la formación estará formada por guitarra, teclado, bajo y batería y, como dicen, quien está en el escenario toca. Entonces, naturalmente, habrá algunos cambios en comparación con el álbum, porque incluso antes de ser compositor soy músico y me gusta la idea de tener libertad desde este punto de vista.

Hablando del álbum, del título surge una curiosidad: una clara referencia a la canción “Up Patriots to Arms” de Franco Battiato.

Es sin duda un homenaje a uno de mis grandes maestros: quería intentar reconocer en él la grandeza que influyó en mi vida, pero también en la de muchas otras personas. Más allá de esto, es un verso que creo que resume perfectamente el momento histórico que atravesamos: no quiero criticar un sistema del que también formo parte, sino transmitir una reflexión sobre el hecho de que, además del flash éxitos que estamos experimentando a medida que nos acostumbramos, es necesario que la música deje alguna huella artística tangible que esté destinada a perdurar en el tiempo. De ahí un disco que se distingue, tanto en la música como en la letra, de lo que se oye hoy en la radio: mi deseo, de hecho, no es seguir las modas actuales.

No persigue el presente, sino que lo cuenta: de hecho, el álbum está literalmente imbuido de la actualidad y de las reflexiones relacionadas con ella.

Este es un trabajo nacido en los últimos cinco años y, si lo hubiera decidido con total autonomía, probablemente se habrían lanzado tres álbumes. El deseo es naturalmente hablar de los tiempos que estamos pasando y me gusta pensar que un compositor tiene de alguna manera una misión, la de precisar y cristalizar algunos momentos de la historia que todos vivimos. Incluso la elección del tracklist se hizo con vistas a narrar este paréntesis cronológico, en el que también vivimos una pandemia, como si se tratara de una única historia ininterrumpida.

Y para ello optó por acercarse a dos narradores muy respetados: Giobbe Covatta y Daniele Silvestri. ¿Qué representan para usted estos “encuentros”?

Tenía muchas ganas de incluir en el álbum colaboraciones que aportaran un valor añadido al trabajo y que representaran una sorpresa para los oyentes, y tanto Daniele como Giobbe son personas que tuve la suerte de conocer y asociarme, también a la luz de la armonía. que nos une. Son dos grandes artistas que han dado mucho a su público y siguen haciéndolo y creo que es importante subrayarlo.

Abriendo un paréntesis musical, la influencia de Daniele Silvestri se percibe clara y decisiva en el álbum.

Daniele es una persona atenta que sabe lo que gira a su alrededor, y el disco fue grabado en el mismo estudio donde también graba. Lo que observas probablemente se debe a que, más allá de las piezas que trabajamos juntos, más de una vez me dio consejos o me aportó ideas, no solicitadas, para mejorar mi trabajo.

Entrando en los recovecos del álbum, en el single de lanzamiento “In balance” opta por una inversión de perspectiva, contando “su” historia desde el punto de vista femenino. ¿Puedes explicarnos esta elección?

Representaba un juego, casi un ejercicio de estilo. El género no tiene nada que ver y el eje central de la canción es el mensaje que quiere transmitir: se vincula a la contemporaneidad y habla del concepto de renacimiento, del deseo de no dejarse abrumar por el mundo y de las mil informaciones que nos abruman cada día. Entiendo que esta reversión podría haber entrañado “riesgos”, pero creo que al final funcionó bien.

La canción “Secondo Giobbe” es en cambio un monólogo agudo, divertido y al mismo tiempo serio sobre la religión y sus inconsistencias. ¿Por qué decidiste abordar este tema?

Como no creyente, es un tema que me intriga mucho y que a menudo abordo cuando hablo con la gente. Es increíble la frecuencia con la que aquellos que, por ejemplo, creen y estudian algoritmos informáticos, también van a misa los domingos. Jugué con estereotipos con el deseo de contar algo gracioso y que, quiero subrayar, no es una crítica a quienes creen sino el deseo de buscar una comparación. El monólogo ya estaba incluido en una obra de teatro de Job y lo adaptaron un poco, y me divertí haciéndolo un poco más musical.

Y después de la religión, también pone en el punto de mira la política. En “El sobrino de Giovanni” escribe que “dejando la política a un lado, la gente se ríe y utiliza la imaginación”. ¿Realmente crees que este es el caso?

Había un poco de ganas de jugar con estos tiempos en los que vivimos, no tanto poniendo en el centro diferentes ideas, sino más bien la forma de hacer política hoy en día, que yo definiría como muy “televisiva”. No creo en absoluto que un mundo sin política sea un mundo mejor, pero quizás en general deberíamos esperar una política “mejor”, que se acerque al verdadero significado de la palabra.

Entre los picos, desde el punto de vista emotivo, destaca la canción “Querido amigo te escribo”, escrita en dialecto romano.

Es la canción que nunca quise escribir, porque trata sobre una persona que ya no está aquí. No pretende ser un saludo ni una despedida, solo me imaginaba reencontrarme con ella y contarle algunas cosas que han pasado mientras tanto. Cierra deliberadamente el álbum y también es deliberada la elección de hacerlo parecer una grabación realizada con un teléfono, sin artificios musicales. Casi como si se tratara de una simple carta.

Antes de despedirme sólo puedo preguntaros, medio en broma: ¿realmente os deprime la música contemporánea?

Yo le respondería con un lacónico sí (risas, ed.). Sin embargo, no quiero parecer un boomer, también porque como músico escucho esta música y también encuentro algo que me gusta. Lo que más me duele es que quienes escuchan muchas canciones convencionales no reciben prácticamente nada, ni desde el punto de vista musical ni textual. Para reducir el mal a la mitad, se suele decir que el problema no está en quienes actúan sino en quienes aplauden. Sin embargo, creo que esta ola de música muy ligera tarde o temprano aburrirá al público, que irá buscando algo diferente.

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