Irán tras la muerte de Raisi, lo que cambia: los escenarios

Irán tras la muerte de Raisi, lo que cambia: los escenarios
Irán tras la muerte de Raisi, lo que cambia: los escenarios

La muerte en accidente de helicóptero del presidente iraní, Ebrahim Raisi, cuyos funerales comenzaron esta mañana en Tabriz, ha puesto en marcha una transición de liderazgo que conducirá a un nuevo presidente en menos de un par de meses, pero que -según los analistas- no supondrá cambios sustanciales en la dirección adoptada en los últimos años por la República Islámica.

Según los medios oficiales iraníes, Raisi, que se cree que es más un ejecutor de los edictos de Jamenei que un actor independiente, murió debido a un problema técnico. Pero si hay dudas sobre la muerte del presidente, éstas se deben al momento en que ocurrió: poco más de un mes después de un enfrentamiento directo entre Irán e Israel y en plena guerra en Gaza que desencadenó una espiral de violencia que afectó la frontera sur del Líbano, el Mar Rojo, Siria e Irak.

El Las tensiones del mes pasado entre Tel Aviv y Teherán generaron temores de que estalle un conflicto a gran escala en todo el Medio Oriente.. Entre los dos rivales regionales, “las viejas reglas del juego se han roto. Y las nuevas reglas no están completamente establecidas”, dijo Ali Vaez, director del proyecto Irán del International Crisis Group, durante una mesa redonda en Qatar. La muerte de Raisi añadió “incertidumbre a la ambigüedad que existía entre Irán e Israel, que aumenta el riesgo de errores de cálculo – añadió – el temor es que los adversarios de Irán en la región vean una oportunidad y superen los límites”.

Esta preocupación -que Israel u otros puedan aprovechar la muerte de Raisi como una oportunidad para orquestar ataques contra Irán- podría conducir a una “sensación de vulnerabilidad” en el país, argumentó Hamidreza Azizi, experto del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad.

Cualesquiera que sean las consecuencias internas del incidente, en cualquier caso hay pocas señales de que la posición regional de Irán -su rivalidad con Israel, su enfoque en mejorar las relaciones con sus vecinos árabes- vaya a cambiar. Estas políticas son establecidas por el Líder Supremo y llevadas a cabo por los Guardianes de la Revolución. El papel del ejecutivo ha quedado “reducido a ejecutor, a ejecutor de las decisiones estatales”, concluyó Azizi, añadiendo que “habrá un período de ambigüedad hasta que se conozca al próximo presidente”.

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