Savona. “La masacre de jabalíes, cachorros y adultos, presentes en las zonas habitadas y capturados en jaulas, continúa sin cesar: en los últimos días ocurrió en Spotorno, con dos hembras y sus siete cachorros. En menos de un año, más de mil animales han sido “ejecutados” bárbaramente por la policía regional a petición de los alcaldes. Comenzaron los municipios de Sassello y Alassio, luego Albissole, Quiliano y Varazze, seguidos de Savona y otra decena de municipios del interior y de la costa”.
El Observatorio Animalista de Savones (OSA) continúa informando de capturas y matanzas de ungulados en el territorio provincial.
“La ejecución múltiple de Spotorno generó incluso una protesta de los cazadores, que ya es decir; pero llamó especialmente la atención de muchos defensores de los animales, debido a la intervención del alcalde Fiorini, al frente de una administración que se destacó en el pasado por las iniciativas en favor de los derechos de los animales y, por lo tanto, era aún más incomprensible debido a sus duras palabras”.
De hecho, el Observatorio Animalista de Savones (OSA) sigue predicando, sin ser escuchado, que “las capturas y matanzas son inútiles porque, si no se gestionan mejor la basura y la limpieza urbana, los jabalíes seguirán llegando; Especialmente con la recogida “puerta a puerta” y el uso de contenedores fácilmente volcables, para los cuales, según la asociación, una solución podría ser, cuando sea posible, colgarlos o mantenerlos en estantes elevados del suelo, o incluso vallarlos de forma robusta”. añade además la asociación.
“Pero existe una solución incruenta. Y es desconcertante que no haya un solo alcalde que tenga el coraje de exigir a la región que se obligue a los cazadores de jabalíes, bajo pena de exclusión de la temporada de caza, a intervenir cada vez con perros atados para empujar a las jaurías hacia el bosque”.
Por último, OSA señala que “la actividad de los “guardabosques” regionales es hacer cumplir las leyes de caza y perseguir la caza furtiva y no crear “pelotones de fusilamiento” y esto podría entrar en conflicto con la legislación sobre salud y seguridad en los entornos de trabajo”. concluye.
