Alternativas a las calderas de gas tras el fin de la Directiva EPBD

Alternativas a las calderas de gas tras el fin de la Directiva EPBD
Alternativas a las calderas de gas tras el fin de la Directiva EPBD
Créditos: depositphoto.com

A partir de 2040 ya no será posible comercializar e instalar soluciones alimentadas por combustibles fósiles

Entre los puntos más controvertidos de la recién revisada Directiva EPBD sobre la eficiencia energética de los edificios se encuentra la cuestión de la suspensión de la venta de calderas alimentadas por combustibles fósiles a partir de 2040. Pero no todo está perdido. Hay varios alternativas a las calderas de gas para uso doméstico, sistema que hasta 31 de diciembre de 2024 aún podrán aprovechar incentivos fiscales con descuentos de hasta el 65%.

Eliminación progresiva de incentivos para calderas de gas a partir de 2025

El primer punto que hay que aclarar se refiere al calendario. La Directiva de Viviendas Verdes establece que:

  • desde el 2025 Ya no será posible recibir incentivos fiscales por la instalación de “calderas independientes de combustibles fósiles” es decir calderas de gas (metano, GLP e incluidas las de condensación);
  • desde el 2040 Se prohibirá la comercialización e instalación de cualquier solución alimentada por combustibles fósiles.

Es importante subrayar que las calderas de gas ya instaladas no necesariamente tendrán que ser reemplazadas y pueden repararse en caso de avería.

A diferencia de las primeras versiones, más restrictivas, el texto actual de la Directiva se abre al uso de sistemas híbridos, permitiendo también incentivos fiscales para estos sistemas que comparten combustibles fósiles y electricidad.

lea también Directiva de invernaderos 2024: todas las novedades para calderas de gas

Incentivos fiscales activos hasta el 31 de diciembre de 2024

Antes de ver en detalle qué alternativas a las calderas de gas ofrece actualmente el mercado, centrémonos en el tema de los incentivos fiscales que tendremos a los italianos durante unos meses más.

Los dos bonos de referencia son el Ecobonus y el Bono Vivienda o Bono Reforma, ambos con vencimiento el 31 de diciembre de 2024.

yoEcobono da derecho a uno 65% de descuento a dividir en 10 cuotas de igual valor en el caso de sustitución del sistema de aire acondicionado de invierno por caldera de condensación, al mismo tiempo que la instalación de sistemas avanzados de termorregulación.

mientras con el Bono de casa puedes acceder a una deducción de 50% en el caso de compra e instalación de una caldera de condensación al menos de clase A.

Las alternativas a las calderas de gas permitidas por la Directiva

Existen varias alternativas disponibles que se pueden instalar en nuestros hogares como alternativa a las clásicas calderas de gas. Intentemos dar una visión general.

Sistemas híbridos, bomba de calor y caldera de condensación – Como se ha mencionado anteriormente, los sistemas tecnológicos híbridos, es decir, sistemas que combinan el vector eléctrico con moléculas gaseosas, también jugarán un papel decisivo en el futuro próximo. La solución más extendida combina la bomba de calor con la caldera de condensación según una gestión “inteligente” que gestiona los dos sistemas en función de las necesidades y de las condiciones ambientales. Estas soluciones son preferibles en la adaptación de edificios existentes, quizás sin aislamiento térmico, donde la bomba de calor eléctrica por sí sola no podría garantizar un confort interno adecuado.

Bomba de calor – Sin duda el sistema más cualitativo, funciona con rentabilidades muy altas, lo que supone un ahorro de entre el 30 y el 40% en la factura. La bomba de calor transforma la fuente natural en energía térmica. Existen varios tipos dependiendo de la fuente de donde procede la energía:

aire-aire: la energía térmica procedente del aire exterior se toma y se vierte en la casa. Es la solución más sencilla de instalar, pero sólo es eficaz en el caso de un clima templado. Precios entre 2.000 y 8.000 euros.

Aire agua: en este caso el calor extraído del exterior permite calentar el agua que luego circula por los radiadores o, para aprovechar sus posibilidades, por los sistemas de suelo radiante. Precios a partir de unos 3.000.

Agua agua: en este caso la bomba de calor utiliza agua subterránea. Sin duda ofrece el mejor rendimiento a partir de un portador de temperatura casi constante, pero con mayores costes de instalación. Precios entre 6.000 y 7.500 euros.

leer también Bombas de calor y ruido, un nuevo análisis

Geotermia tierra-agua: en este caso se aprovecha el calor presente en el terreno, por lo que es necesaria la instalación de una sonda geotérmica. También en este caso la eficiencia es mayor a pesar de los mayores costes de instalación. El precio puede llegar incluso a los 25.000 euros.

Caldera eléctrica: Calienta el agua mediante resistencias eléctricas. El coste de instalación es ciertamente menor que el de las bombas de calor o los sistemas de combustibles fósiles. La combinación óptima está asociada a un sistema solar que ayuda a reducir los costes energéticos.

Caldera de biomasa: funciona de forma similar a la caldera de gas sustituyéndola por materiales orgánicos (pellets, leña o cáscaras de frutos secos, etc.). La biomasa sólida, líquida o gaseosa se puede utilizar para calentar ambientes o producir agua caliente sanitaria.

Calefacción por suelo radiante: Utiliza tubos delgados instalados debajo del piso para transferir el calor de manera uniforme al ambiente interno. Funciona con generadores de calor como calderas de condensación, bombas de calor aire-agua, pero también con sistemas solares térmicos.

Paneles radiantes: calienta el aire circundante gracias a la tecnología de infrarrojos instalada en el techo o en el suelo. La solución ideal es en combinación con la bomba de calor.

PREV Kamada abandona la Premier League, la Lazio está sumida en el caos. Tudor pide una aclaración
NEXT “Aún no hay autopsia, existe el riesgo de que la verdad desaparezca”