‘Una historia negra’. Laetitia Casta y las ambigüedades del ser humano, de víctima a verdugo

‘Una historia negra’. Laetitia Casta y las ambigüedades del ser humano, de víctima a verdugo
‘Una historia negra’. Laetitia Casta y las ambigüedades del ser humano, de víctima a verdugo

“…esa tarde u otra, sabes que me hubiera matado”, estas son las lúcidas palabras de Carla Mattei (Laetitia Casta) a su hijo Nicola (Andrea Carpenzano), en el que el “él” implícito, la persona que la habría matado, es Vito (Giordano De Plano), exmarido, padre de tres hijos –entre ellos Rosa (Lea Gavino) y la pequeña Mara.

Es de noche, un coche acelera solo en la oscuridad dividida por las luces de neón de las farolas y las luces de los faros: estamos en Roma, bajo un puente sobre el Tíber, sin palabras, sin música, sólo un ruido sordo… y un cadáver cae al agua.

Poco antes, en una casa burguesa, una niña celebra su cumpleañosen el abrazo de sus hermanos mayores, su madre y su padre, invitados para la ocasión -por petición explícita de la pequeña, se repetirá varias veces-, petición que Carla, a pesar de la Separación por violencia doméstica de más de veinte años.admitió, anclada en la presencia segura de Rosa y Nicola y, considerando todo, bastante segura de mantener bajo control la aparente serenidad del momento de celebración.

una historia oscura – de la novela del mismo nombre de Antonella Lattanziluego escrito por ella con Ludovica Rampoldi Y Leonardo D’Agostinitambién director, pero no es una versión más de una historia ya escuchada en los informativos del día y adaptada por la imaginación de la literatura, sino que es un thriller psicológicoque con una buena arquitectura narrativa teje la cuestión íntima -además de drama social, de la violencia contra las mujeres- con una trama de géneroen el que la protagonista femenina es sí víctima pero también actante en primera línea, de una historia muy explícita por un lado -el de los malos tratos- pero abrazada por el otro por misterios y matices Típico de la historia negra.

“Era la historia que estaba buscando, con personajes en conflicto y en desacuerdo consigo mismos. No era mi interés hacer una película sobre violencia doméstica.pero el género trata de personajes con dilemas imposibles y elecciones que a menudo no son elecciones, por lo que este tipo de historia me resultó interesante. A lo largo de la historia de estos géneros –como para nosotros– hay una gran personaje femenino conducir, desde La llama del pecado a Chica se ha ido by Fincher” para D’agostini, en su segundo trabajo después La muestra.

“Desde el principio el filtro thriller/noir fue importante, creo. Sciascia o Simenon que le dijeron las ambigüedades del ser humano”, continúa Lattanzi, para quien “la vida se compone de gente multifacética. Transformar la historia de la página a la pantalla me pareció difícil al principio: pero con Ludovica y Leonardo descubrí muchas cosas sobre mi historia, cómo poder contar haciendo sentir… violencia, sin dejar que se vea. Hicimos una película haciéndonos cosas continuamente. peticiones: a través del filtro del cine, que crea un concierto de emociones, se pueden hacer preguntas, por ejemplo cambiar el horizonte del espectador”.

Carla juega desde Casta es una mujer probada por un acoso prolongado en el tiempo pero a la vez consciente y deseosa de ser un referente como madre, y de su identidad femenina: se sitúa en un abismo espinoso entre la supervivencia y el asesinatoponiéndose en una posición que también puede despertar empatía la necesidad del acto más extremo, si se refleja en nombre de la supervivencia, pero –igualmente– plantea interrogantes sobre el concepto de límite, lábil considerando ciertas circunstancias específicas, como ésta; y, nuevamente, se estimulan preguntas sobre la receptividad y efectividad de Justiciapreguntas que de hecho muestran a Carla como una persona ambigua, un perfil que Casta ha absorbido en sí misma con una interpretación nunca agresiva, nunca impulsada por la ira o la frustración, pero ni siquiera por la neurosis del miedo, sino que juega con la resta, con una desesperación digna, bajo cuya superficie casi humilde palpita el hambre de querer vivir.

“Me gustaron mucho las escenas de la sala del tribunal“, dice Laetitia Castalos de la declaración de Carla, en la que cuenta el asesinato paso a paso, pero también se permite relanzar el PM (Cristiana Dell’Anna) quien la interroga en tono acusatorio. “No podía entrar en el personaje de Carla juzgándola, era imposible: yo empatizaba con ella. Vi un documental sobre una mujer como ella, así que es una realidad a la que puedes llegar pasando por De víctima a criminal. Ella hace todo lo posible por su autodefensa. Fue interesante que Leonardo mostrara la parte negra y eso también brillante”. Además, para la actriz francesa, refiriéndose al personaje: “vivir en un país que no es el tuyo, lejos de tu familia, haber experimentado la idealización de la historia de amor perfecta que luego ya no existe, puede llevarte a una elección, provocada por algo que no sea aceptable para los niños; su no independencia, su falta de libertad, crea una mezcla de fragilidad y fuerzaella misma no sabe quién es: tiene que pasar por esta cosa negra para entender quién es ella como mujer. A veces en la vida hay que pasar por cosas complicadas para crecer; Llegas a este terrible punto de no ser sólo madre o esposa, sino mujer”.

En la historia negra de la familia, Carla recibe la complicidad emocional, empática y práctica más consistente de Nicola, su hijo mayor, papel para el cual Carpenzano dice que no se hizo “muchas preguntas, aunque no juzgues ni película ni personaje; Leí en el guión lo que él experimentaría. Es un personaje que ha tenido esa realidad ante sus ojos desde pequeño, casi llevándola a la normalización, lo cual es algo horrible”.

Mientras que para Lea Gavino – quien en momentos de la historia experimenta la criticidad de estar del lado de la madre, cediendo en momentos al punto de vista de la tía (Camiseta Licia), hermana de su padre Vito, que ataca a su cuñada de forma generalizada, acusándola incluso de mentir sobre la violencia: “es cierto que con Nicola hay un enfoque diferente pero Rosa es más pequeña, por lo tanto con menos claridad hacia el pasado. Me preguntaba cuanto es Difícil deconstruir la figura de un padre.por lo que se encuentra ya sin figuras de referencia, por lo que está confundida y perdida.”

una historia oscura es una producción de Greenlandia – con Rai Cinema y 01 distribuyéndola, desde 16 de mayo – y el fabricante Matteo Rovere explica que con su compañía cinematográfica están “fascinados por versatilidad de génerosdonde existe cohesión con los acontecimientos actuales, con códigos y elementos de entretenimiento, y en el que se plantean preguntas pero con la capacidad de pegar al espectador a su asiento para comprender los secretos; Creo que vivimos en un período histórico anestesiado por tragedias, social, humanitario, y tenemos el triste problema de recordarnos la gravedad de las cosas; el cine puede decir algo más, recordando que los rostros y los seres humanos existen; El cine puede intentar Entra en esos ‘cuartos oscuros’ para evitar quedarte dormido ante todo, ya acostumbrados a cualquier novedad que nos llegue.”

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