Celebrando la victoria de la sexta etapa del Giro de Italia está el español Pelayo Sánchez, Pogačar conserva la maglia rosa, pero en Rapolano Terme la fiesta ya había comenzado hace días. En el municipio de la zona de Siena el color rosa reinó junto con un ambiente festivo como no se ve a menudo. Numerosos ciudadanos y extranjeros llegaron por la mañana a Rapolano para disfrutar de las hazañas de los ciclistas. Música, colores, confusión y mucha pasión hicieron que los ciudadanos respiraran un ambiente diferente.
“Es un día especial – comenta el alcalde de Rapolano Terme, Alessandro Starnini -, que venimos preparando desde hace muchos días. Los ciudadanos se pusieron inmediatamente a disposición para hacer Rapolano Terme más bella que nunca y estoy orgulloso de que los organizadores, cuando llegaron, quedaron sorprendidos por la acogida”.
“Estoy muy emocionada, porque nunca había visto tan hermoso el lugar donde nací – explica Giorgia Pierli, estudiante y residente de Rapolano Terme -. Es raro experimentar tales eventos; Así que, aunque no me apasione el ciclismo, quiero sumergirme en el clima”.
“Donde pasa el Giro de Italia, llega la fiesta – comenta Lorenzo Rustioni, profesor de educación física y futbolista -. No soy de Rapolano Terme, pero llegar aquí y encontrar tanta confusión es hermoso. Por eso amo el ciclismo y espero que este sea el año de Pogačar”.
No era, por tanto, sólo el día de Sánchez o de Pogačar con el maillot rosa, sino sobre todo era el día de los habitantes, incluso los menos apasionados, que coloreaban la ciudad, organizando almuerzos y barbacoas en sus terrazas y en sus jardines. Diversión asegurada e inventos tecnológicos nunca antes vistos.
“Junto con mi grupo de amigos organizamos un almuerzo abierto a cualquiera que quisiera quedarse con nosotros – explica Tiziano Rossi conocido como Il Trinca, vecino de Rapolano Terme -. Nuestro amigo Carlo ha puesto a disposición el jardín de su casa y la puerta está abierta a todos. De hecho, además de ser unos apasionados del ciclismo, nos encanta comer y divertirnos. Esta mañana nos pusimos manos a la obra y construimos la llamada “salchicha sostenible” con dos bicicletas: pedaleando las bicicletas producimos electricidad y hacemos funcionar el frigorífico, la estufa y todo lo que necesitamos hoy”.
