«Ser recompensado por el trabajo de toda una vida como director es un gran honor»

VENECIA – El León de Oro para…

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VENECIA – Se ha atribuido a Peter Weirdirector y guionista australiano (La sociedad de los poetas muertos, El show de Truman, Master & Commander), el León de Oro a la trayectoria profesional del 81º Festival Internacional de Cine de Venecia. La decisión fue tomada por Junta Directiva de la Bienal, que adoptó la propuesta del director de la exposición, Alberto Barbera. «El Festival de Cine de Venecia y su León de Oro forman parte del imaginario de nuestra profesión – declaró Weir, al aceptar la propuesta -. Ser recompensado por el trabajo de toda una vida como director es un gran honor”.

«Con sólo 13 películas realizadas en cuarenta años – comenta Barbera – Peter Weir se ha asegurado un lugar en el firmamento de los grandes directores del cine moderno. A finales de los años setenta se consagró como el principal autor del renacimiento del cine australiano con dos obras, Las máquinas que destruyeron París y Picnic en Hang Rock, la segunda de las cuales adquiriría el estatus de película de culto a lo largo de los años. años. El éxito internacional de sus dos siguientes películas, Los años rotos y El año de vivir peligrosamente, le abrió las puertas del cine de Hollywood, del que rápidamente se convirtió en uno de los principales protagonistas, defensor de un cine capaz de combinar la reflexión sobre las cuestiones personales. temas y la necesidad de dirigirse al público más amplio posible”.

Según el director del Festival, «a pesar de la diversidad de los temas abordados, no es difícil encontrar en su cine, audaz, riguroso y espectacular, la constante de una sensibilidad que le permite abordar temas eminentemente modernos , como la fascinación por la naturaleza y sus misterios, la crisis de los adultos en las sociedades consumistas, las dificultades de educar a los jóvenes en la vida, la tentación del aislamiento físico y cultural, pero también la llamada de los impulsos aventureros y el instinto de sana rebelión. Celebrando el gusto por la narración y el romanticismo innato, Weir logró fortalecer su papel en el establishment de Hollywood al tiempo que subraya una distancia bastante clara con la industria cinematográfica estadounidense. Witness, Mosquito Coast, Dead Poets Society, Fearless, The Truman Show y Master & Commander son las principales etapas de un recorrido artístico – concluyen – que ha sabido mantener su integridad fundamental hasta el éxito comercial de las películas realizadas.”

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El Gazzettino

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