Murió tras un mes y medio en coma, víctima fallecida de un accidente de tráfico ocurrido en su localidad, en Porto Santo Stefano, el 24 de marzo.. La vida de Claudio Ballini estuvo marcado por las tragedias que lo azotaron, siendo la última la suya: de niño perdió a un hermano y de joven padre vio morir a un hijo de apenas 8 meses. También por eso, durante todo el período que permaneció en agonía en el policlínico Scotte de Siena, el Argentario y sus alrededores lo vitorearon. Pero nada, porque ayer llegó la noticia de que Claudio no había llegado.
Ballini andaba en su scooter cuando una semana antes de Semana Santa se topó con un agujero en Porto Santo Stefano, en la parte alta del pueblo. La caída y el traumatismo craneoencefálico que lo dejó inconsciente fueron inevitables. Lo rescataron y, dada la gravedad de su estado, lo trasladaron inmediatamente a un centro especializado como el Policlínico delle Scotte de Siena. Allí Claudio permaneció entre la vida y la muerte hasta el más terrible epílogo.
Trabajó como excavador después de asistir al instituto profesional de Arcidosso, en el lado de Grosseto de la Amiata. Precisamente en esos años, efectivamente, Había ocurrido la primera de las tragedias: la muerte de su hermano Biagio, cuando sólo tenía dieciocho años.
Y sin embargo, también había logrado superar ese trauma, había comenzado de nuevo, había encontrado un trabajo, se había casado con Francesca con quien había tenido un hijo que le habían puesto el mismo nombre que su hermano Biagio, sin imaginarlo ( Es difícil imaginar que la vida pueda ser tan mala) cque él también habría corrido un destino trágico.
Fue Claudio quien lo encontró sin vida en la cuna. Asfixiado, hasta donde pudimos entender, por la lona que protegía el colchón que el pequeño se había tapado la cara.
Sucedió hace doce años, pero a pesar de todo BAllini y su esposa se habían recuperado, habían recomenzado sus vidas, habían encontrado el equilibrio. Hasta el accidente en Via del Campone y la muerte de Claudio.
