“El Valle de Aosta corre cada vez más riesgos hidrogeológicos; es necesario actuar urgentemente en materia de infraestructuras” – La Prima Linea

“El clima del Valle de Aosta en las próximas décadas se caracterizará por un aumento de la temperatura y un cambio en la redistribución estacional de las precipitaciones”. Esto se desprende de una investigación del Centro de Estudios sobre el Cambio Climático-CSCC promovida por Greenway Group srl y Ecogest spa, que muestra los datos y previsiones para los próximos años. El hecho de que la nuestra sea una región arrasadora por ser montañosa no es ciertamente nada nuevo y la encuesta CSCC fue encargada por empresas, no por fundaciones filantrópicas, por lo que los datos siempre deben leerse también y necesariamente desde una perspectiva ‘promocional’ de una actividad de referencia. o productos.

Pero los resultados de la investigación concuerdan en cualquier caso con los últimos análisis de la Agencia Regional de Medio Ambiente-Arpa y con los resultados del seguimiento de la Fundación Montagna Sicura: en el Valle la frecuencia de los días fríos disminuye y la de Aumentan los días calurosos o muy calurosos.

“Esto implica, por ejemplo – leemos en una nota del CSCC – una reducción del número de días de heladas, de aquí a 2035, entre un 15 y un 20 % con respecto a la actualidad, y un aumento de las olas de calor, cuantificadas como los días en los que La temperatura máxima diaria es superior a los valores umbral (por ejemplo, 32°C). La reducción del número de días de hielo en altitudes medias y altas es un parámetro muy importante para las montañas, sobre todo porque está relacionado con el derretimiento de la nieve. y hielo y el impacto que esto puede tener en la distribución estacional de los caudales de los arroyos y en consecuencia también en la estabilidad de paredes rocosas y taludes en la dinámica de riesgos naturales”.

El informe climático del Valle de Aosta sigue una serie de otros estudios regionales que la CSCC ha elaborado y publicado recientemente para las autoridades locales competentes.

Los eventos de deslizamientos de tierra y avalanchas están aumentando

Hablamos por tanto de posibles fenómenos hidrogeológicos extremos como deslizamientos de tierra, inundaciones y avalanchas. La progresiva urbanización, el abandono de las tierras de montaña, las construcciones ilegales, la deforestación, el uso de técnicas agrícolas que no respetan el medio ambiente y la falta de mantenimiento de laderas y cursos de agua han agravado, con el tiempo, la inestabilidad y la fragilidad del territorio, provocando así aumentando la exposición a los fenómenos y aumentando el riesgo. Además, en el Valle de Aosta es muy importante evaluar el estado de los glaciares: hay alrededor de doscientos y en los últimos veinte años las variaciones climáticas han puesto de relieve aspectos críticos de su dinámica. Las situaciones de riesgo son conocidas y se deben a peligrosos seracs, lagos glaciares que pueden dar lugar a fenómenos de vaciado brusco y provocar graves inundaciones, depósitos de rocas inestables.

“Si nos remitimos a los datos de deslizamientos de tierra según los diferentes niveles de peligrosidad – se lee en la nota – podemos ver que el 81% del territorio de la región se encuentra en escenarios de peligrosidad alta y muy alta, seguido por alrededor del 13% de los territorio en un escenario de riesgo medio Dadas las características del territorio regional del Valle de Aosta, pero al mismo tiempo el gran desarrollo de la red de infraestructuras, los daños detectados afectan principalmente a las carreteras y a los terrenos agrícolas.

“Nuestro estudio – declara Valerio Molinari (foto abajo) presidente del CSCC y accionista de referencia de Ecogest Spa – tiene como objetivo proporcionar datos útiles para orientar las futuras elecciones de infraestructuras y mantenimiento, pero también para dar el peso adecuado a las consecuencias de un fenómeno progresivo e imparable como el cambio climático. La temperatura es el parámetro climático que muestra más claramente los cambios climáticos en la región del Valle de Aosta, con un aumento significativo especialmente desde mediados de los años 80, bien confirmado por la evolución de importantes indicadores naturales como los glaciares, que en casi todos los casos Algunas partes de la región están en retirada”.

Intervenir en el mantenimiento de la infraestructura.

Para Molinari es, por tanto, necesario “pasar rápidamente del diagnóstico al tratamiento, a través de la innovación científica y técnica y, sobre todo, apoyándonos en la experiencia y el saber hacer de quienes han comprendido desde hace tiempo los riesgos inherentes a estos cambios, estudiando no sólo sus efectos, sino también soluciones efectivas para una emergencia global de esta magnitud”.

En primer lugar, sostiene el presidente del CSCC, “es necesario planificar y remodular el mantenimiento apoyándolo a través de soluciones como cámaras en línea, estaciones meteorológicas, sensores de carga en carretera, sistemas telemáticos avanzados capaces de regular el flujo del tráfico y evitar la congestión”. es la elección de nuevos sistemas verdes, que incide en el estado de conservación de las infraestructuras viarias y de autopistas. Entre las soluciones podríamos pensar, por ejemplo, en plantas y árboles autóctonos en nuevos sistemas, racionalización y adaptación de la planificación de las intervenciones de mantenimiento, etc. de nuevas tecnologías de estudio y control para el mantenimiento del verde, a partir de drones y el seguimiento continuo del estado de la vegetación”.

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