Por qué es importante: La NASA financia proyectos que parecen sacados directamente de la literatura de ciencia ficción. Incluso John Nelson, representante de la agencia espacial, lo reconoce y los llama “conceptos de ciencia ficción”. Si bien no hay garantía de que se materialicen, es posible que algún día algunos formen parte de una misión aeroespacial.
Un sistema ferroviario lunar. Un telescopio de base fluida. Un sistema de tránsito para trasladar humanos y carga a Marte. Estos se encuentran entre los proyectos para los que el programa Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC) de la NASA está reservando fondos para continuar investigando. Hay seis proyectos en total, cada uno de los cuales ha completado la fase inicial del CANI. Estos estudios conceptuales, que ahora avanzan hacia la Fase II, recibirán hasta 600.000 dólares para continuar su trabajo durante los próximos dos años.
Sin embargo, no espere verlos materializarse pronto. Todavía se encuentran en la etapa exploratoria y no hay garantía de que lleguen a buen término. No obstante, están avanzando por el camino necesario para ser considerados para una futura misión aeroespacial si avanzan a la fase final del NIAC.
“Nuestros becarios del NIAC nunca dejan de sorprender e inspirar, y esta clase definitivamente le da a la NASA mucho en qué pensar en términos de lo que es posible en el futuro”, dijo John Nelson, ejecutivo del programa NIAC en la sede de la NASA en Washington.
Un requisito fundamental para avanzar en la investigación espacial es el desarrollo de telescopios cada vez más grandes. Desafortunadamente, ampliar las tecnologías actuales de los telescopios espaciales a tamaños de apertura superiores a los 10 metros no parece económicamente viable, según Edward Balaban de la NASA. “Por tanto, se necesitan soluciones rentables para ampliar los telescopios espaciales a tamaños mayores”.
El proyecto FLUTE presenta una posible solución, cuyo objetivo es crear observatorios espaciales con gran apertura o espejos primarios líquidos no segmentados. Estos espejos se formarían en el espacio mediante modelado fluídico en microgravedad, explica Balaban. Este concepto ya se ha demostrado en entornos de flotabilidad neutra de laboratorio, durante vuelos de microgravedad parabólica y a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Otro de los proyectos de la NASA es el cohete de plasma pulsado. En pocas palabras, actualmente no existe ninguna tecnología capaz de trasladar humanos y carga de manera eficiente y rápida a través de las vastas distancias del espacio. Un sistema de propulsión que pueda generar un alto empuje con un alto impulso específico podría cumplir esta tarea, pero como se acaba de mencionar, tal tecnología no existe.
Howe Industries está desarrollando actualmente un sistema de propulsión que puede generar hasta 100.000 N de empuje con un impulso específico (Isp) de 5.000 segundos, según Brianna Clements de Howe. “El rendimiento excepcional del PPR, que combina un alto Isp y un alto empuje, tiene el potencial de revolucionar la exploración espacial”, escribe, señalando que el sistema permite que las misiones tripuladas a Marte se completen en apenas dos meses.
La NASA también pretende construir el primer sistema ferroviario lunar para facilitar el transporte de carga útil en la Luna, como describió Ethan Schaler del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Apodado para abreviar FLOAT, el sistema utilizaría robots magnéticos sin motor que levitarían sobre una pista de película flexible de tres capas mediante levitación diamagnética. Esto incluye una capa de circuito flexible que genera empuje electromagnético para impulsar a los robots a lo largo de las vías, junto con una capa opcional de panel solar de película delgada que genera energía para la base cuando se expone a la luz solar.
La NASA tiene grandes esperanzas en este proyecto, considerando que un sistema de transporte de este tipo es fundamental para las operaciones diarias de una base lunar sostenible prevista para la década de 2030, como se describe en el plan Luna a Marte de la NASA y conceptos de misión como Robotic Lunar Surface Operations 2, señala Schaler. .
