El acuerdo propuesto incluye tres fases, de aproximadamente 40 días de duración cada una. La primera fase implica una retirada gradual de las tropas israelíes de algunas partes de la Franja de Gaza, para permitir el movimiento de la ayuda humanitaria y el regreso de los civiles a sus hogares. En particular, la propuesta prevé la entrada diaria de 500 camiones y el fin de la “vigilancia aérea” por parte de Israel durante ocho horas diarias, que se elevan a diez los días de la liberación de los rehenes aún en manos de los grupos islamistas.
En concreto, inicialmente deberían ser liberados 33 rehenes de Hamás. Por cada mujer y niño civil liberados, Israel liberará a 20 menores y mujeres palestinos actualmente en prisión. Por cada rehén anciano, enfermo o herido liberado, se liberarán 20 prisioneros palestinos mayores de 50 años, siempre que no cumplan una condena superior a diez años. Por cada mujer soldado liberada, Israel liberará a 20 prisioneras condenadas a cadena perpetua. Según la propuesta elaborada por los mediadores, Hamás debe proporcionar una lista de los prisioneros que desea que sean liberados, hasta 20 nombres, sobre los cuales Israel puede mantener un veto.
A partir del día 16 de la tregua, las partes deben iniciar negociaciones indirectas destinadas a alcanzar un acuerdo para restablecer una “paz duradera” en la Franja. La segunda fase de la propuesta pasa por completar este acuerdo para llegar a una “situación de calma sostenible” y permitir la liberación de los rehenes restantes a cambio de un cierto número de prisioneros palestinos y la retirada completa de las tropas israelíes de Gaza. La tercera fase implica finalmente el intercambio de cadáveres de ambas partes y un plan quinquenal para la reconstrucción de la Bandaincluida una disposición según la cual Hamás ya no podrá construir instalaciones militares.
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