El gobierno federal de Brasil “estará 100% a disposición del Estado de Rio Grande do Sul”, golpeado en los últimos dos días por una ola de mal tiempo sin precedentes. Así lo afirmó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante una reunión institucional en Porto Alegre, donde voló acompañado de una numerosa delegación gubernamental para seguir de cerca las operaciones de emergencia.
“Se hará todo lo que esté al alcance del gobierno. No faltará dinero para la atención sanitaria, la restauración del transporte y el envío de alimentos a la población”, afirmó Lula, destacando que la evaluación de los daños y la búsqueda de recursos que la reconstrucción se hará más tarde porque “ahora la prioridad es salvar a la gente”.
Mientras tanto – según el portal G1 – el número de muertos ha aumentado a 24. Muchas localidades de los 147 municipios afectados están aisladas debido a deslizamientos de tierra e inundaciones que han destruido carreteras y puentes. Una parte del estado se queda sin electricidad y al menos 14.500 personas han tenido que abandonar sus hogares.
La alerta meteorológica se mantiene durante las próximas 36 horas en las que los meteorólogos pronostican “microexplosiones atmosféricas” con vientos superiores a los 100 kilómetros por hora y fuertes lluvias.
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