La causa fue una grieta en un elemento de la bomba, según explicó hoy a los medios el director de obra, Uwe Müller, lo que provocó una fuga de cloruro de acetilo. El motivo del defecto aún está bajo investigación. Cabb comprueba periódicamente que el artículo en cuestión no esté dañado, destacó Müller, y durante la última inspección en diciembre de 2023 no se encontraron irregularidades.
“Lamento profundamente el accidente y también me enfada”, afirmó Thomas Ahrens, director general del grupo Cabb y presidente del consejo de administración. “El 100% de seguridad no existe, pero la empresa y los servicios de emergencia han demostrado un compromiso del 100%”, añadió Ahrens. El objetivo es alcanzar cero accidentes laborales para 2025.
El accidente químico provocó una nube tóxica visible a simple vista acompañada de un olor nauseabundo y la policía invitó a la población de Pratteln a quedarse en casa, cerrar las ventanas y apagar la ventilación. Nadie salió herido.
Tras el incidente, la fiscalía de Basilea-Campiña abrió un proceso penal. Cabb ha tenido varios accidentes en los últimos años, algunos de los cuales han resultado en lesiones. En un caso, en julio de 2014, un empleado murió y un empleado y su gerente fueron declarados culpables de homicidio involuntario.
