La celebración en Asolo del centenario de la muerte de Eleonora Duse sólo podía terminar con un espectáculo teatral. El 21 de abril de 1924, tras una neumonía, la actriz nacida en diciembre de 1858 en Vigevano desaparecía en Pittsburgh, en plena gira americana. Es muy triste el regreso del cuerpo a Italia después del funeral del 1 de mayo en Nueva York. Tras aterrizar en Nápoles y tras una ceremonia en Roma, fue trasladada a Asolo, ciudad donde Duse había decidido retirarse al final de su carrera. Fue acogida y enterrada el 13 de mayo de 1924 en el cementerio de Sant’Anna, donde aún descansa. El espectáculo, que cerró el día del centenario, se representó en el teatro municipal dedicado a Eleonora Duse. Se trataba del estreno regional de “Risas de alegría – Historias de gente de teatro”. Elena Bucci y Marco Sgrosso han puesto en escena obras, biografías, cartas y memorias que cuentan la historia de los numerosos oficios vinculados al teatro del pasado. Mostraron cómo antiguamente se preparaban los actores y cómo se organizaban los espectáculos, todo ello dentro de un escenario mágico formado por un antiguo teatro hoy en desuso.
La jornada significativamente titulada “Cien años sin Eleonora” comenzó a las 11 en la catedral con una misa. Luego el alcalde, Mauro Migliorini, saludó a las autoridades civiles y militares presentes. Un saludo especial a los miembros del Comité para las celebraciones del Centenario de Eleonora Duse. “La desaparición de Eleonora Duse – afirmó Migliorini – provocó una enorme ola de emoción. La suya fue una vida dedicada al teatro, impuso un modelo de actuación, llevó el arte teatral italiano al mundo”. La resonancia nacional fue grande, durante los días de duelo nacional todos conocían a Asolo. “Cuando llegó a Estados Unidos afirmó que era residente de Asolo. Todos nosotros tenemos ahora la tarea de honrar su memoria y releer su mito a las nuevas generaciones”.
Desde la catedral, en procesión, atravesando la ciudad, la ceremonia se trasladó al cementerio donde el maestro Mario Brunello, director artístico del Festival Arte Sella, los sonidos de los Dolomitas y el Festival de Stresa, rindió homenaje a la Divinidad con un breve concierto en violonchelo. “Tenía una fuerte sensibilidad musical – afirmó Brunello -. El compositor Edward Green definió su voz como un conjunto de instrumentos suaves, que pueden parecerse al arpa, el órgano, el violonchelo, la flauta”.
Giordano Bruno Guerri, presidente del Comité del Centenario, habló de una gran mujer y de una gran actriz. “Hemos recibido un recuerdo de ella como una mujer y actriz extraordinaria. Una mentalidad ciertamente superior a las de su época.”
Por la tarde, en el Museo Cívico, Elena Casotto propuso “Leer un retrato” de Eleonora Duse, realizado por Vincenzo Stefani. El retrato se expone por primera vez en el Museo Cívico, hasta el 13 de octubre, y completa la sala “Una casa para Eleonora”.
