“Para mi hijo discapacitado 100 euros más al día”

por Gabriele Gallo

REGIO EMILIA

Una madre de la zona de Reggio Emilia denuncia la situación con gran amargura pero igualmente con determinación. Pero el tema está en la agenda en gran parte de la región: la dificultad de poder asistir a las actividades de verano para niños con discapacidad, en particular aquellos afectados por trastornos del espectro autista. Por eso Sara Balotta, una combativa madre de 40 años de Barco di Bibbiano, habla abiertamente de “discriminación”. La mujer denunció la situación a Carlino di Reggio, destacando que “el coste medio de un campamento de verano en Italia es de entre 100 y 150 euros por semana. Si estás discapacitado debes tener apoyo y por lo tanto un coste extra, pagado por los padres. unos 100 euros al día. Eso equivale a 650 euros a la semana durante 5 horas, así que sólo por la mañana, díganme si esto no es discriminación”.

Sara tiene dos hijos, de 3 y 5 años; al mayor le diagnosticaron autismo nivel 2 con hiperactividad severa. A partir de ese momento comenzó su batalla, por concienciar a la ciudadanía e instituciones sobre el tema, también a través de un blog de seguimiento, en el que relata todos sus problemas diarios. Porque, afirma, “no podemos dejar de luchar y denunciar”. Incluso las dificultades para acceder a los campamentos de verano, “lugares de encuentro, de juego, de descubrimiento y de crecimiento, que sin embargo – continúa Balotta – además de un coste realmente excesivo, también discriminan a las personas con discapacidad. Sí, porque cuando se tiene un hijo discapacitado no siempre ambos padres trabajan, a menudo sólo uno trabaja y por tanto los recursos económicos son inevitablemente limitados”. Tanto es así que esta joven madre tuvo que dejar el trabajo de sus sueños para cuidar a su bebé.

Una situación similar se vive en Reggio también en las escuelas infantiles y guarderías municipales o afiliadas, donde las plazas para las actividades de verano en el mes de julio son limitadas. Y por eso otra familia denunció que se da prioridad a aquellas parejas en las que ambos padres trabajan y quedan excluidas aquellas que tienen un hijo con discapacidad. Es el tema de la carta de los esposos Giulia Bonesi y Lucio di Rosa, padres de Edoardo, que cumplió 4 años en mayo. El niño ha sido diagnosticado con “trastorno del espectro autista” y los padres se quejan, en particular, de que en Reggio no se han reservado plazas “para niños discapacitados que necesitan un educador de apoyo”. Así, “en julio nuestro hijo no accederá al servicio de verano, porque en nuestra familia sólo trabaja uno de los padres” debido a que la madre ha asumido el papel de cuidadora, ocupándose diariamente de las tareas de Edoardo. “Un compromiso – escriben – grande y no reconocido por las instituciones, no sólo en términos de tiempo sino también emocionalmente”. A los padres de Edoardo no les gusta que “en Reggio, la ciudad con la gente más bella y las guarderías del mundo, ni siquiera haya un educador afiliado en caso de que lo enviemos a un campamento de verano”.

Nando Rinaldi, director de la institución de educación infantil y preescolar del municipio de Reggio, interviene sobre el tema: “La actividad de verano es extraordinaria, por lo que hay menos estructuras para este servicio y menos plazas disponibles. Entiendo y entiendo las situaciones en las que uno de los padres tiene el rol de cuidador, pero con los recursos que tenemos no es posible complacer a todos. Como Municipio estamos tratando de conseguir los fondos para hacer un aporte a las familias”.

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