Oro y armas en la provocativa exposición de Nueva York

NUEVA YORK – Más de una década después de su última gran exposición en Nueva York (2011), el artista paduano Mauricio Cattelan (actualmente también presente en la 60ª Bienal de Venecia en el Pabellón de la Santa Sede) regresa a la escena americana con una exposición provocativa e inquietante gagosiano Galería. Domingoque se abre al público el 30 de abril de 2024, comisariada por Francesco Bonami, presenta 64 paneles de acero bañados en oro de 24 quilates, acribillados a balazos.

La obra, que refleja la imagen del espectador como si también él fuera alcanzado por las balas gracias a un juego caleidoscópico de espejos, devuelve una atmósfera de ambigüedad inquietante. Los paneles representan una crítica a la cultura de violencia de Estados Unidosdonde los tiroteos masivos, los asesinatos y las guerras son ahora parte integral de la vida cotidiana.

Belleza, lujo y violencia.

Como explica Cattelan New York Times En una de sus raras entrevistas, la instalación recuerda la imagen de un pelotón de fusilamiento, donde los condenados a muerte son disparados contra una pared. “Cuando leo los periódicos – confiesa el artista – Sólo hablan de violencia. Estamos completamente inmersos en ello, todos los días, y estamos acostumbrados. La repetición nos ha hecho aceptar la violencia como inevitable.”

Con Domingo, se invita al público a afrontar las consecuencias de un tiroteo y a ver su propio reflejo acribillado a balazos. La seductora belleza del oro contrasta con la brutalidad de las balas, creando una imagen que acusa y glorifica simultáneamente la violencia.

Un mensaje universal

Cattelan no es ajeno a abordar el tema de la violencia. En el pasado, disparó (o mejor dicho, había disparado) banderas estadounidenses y británicas. Con DomingoSin embargo, el artista abandonar el simbolismo nacionalista de la bandera centrarse en la violencia misma, universalizando su mensaje. Los paneles dorados, definidos por Cattelan como sus primeras obras abstractas, presentan tonalidades similares a los lienzos recortados de lucio fontana.

Las armas utilizadas para crear la obra fueron “utilizado como cinceles”para grabar el metal. Cattelan contrató tiradores en un campo de tiro de Nueva York para disparar a los paneles con armas que estaban fácilmente disponibles gracias a las leyes estadounidenses. “¿En qué otro lugar del mundo se podría hacer algo así?“, pregunta irónicamente el artista.

Un diálogo entre obras

Además de la instalación principal, Cattelan presenta otra obra en la galería: una fuente de mármol que representa a un hombre en posición supina sosteniendo su falo expuesto y haciendo brotar agua. “Hay un diálogo entre estas dos obras, en su oposición y en su proximidad.“, explica el artista. La figura, inspirada en un amigo y colaborador fallecido, representa “Los grupos invisibles de personas en la sociedad.“.

Estas son obras que cobran un peso diferente si se exponen en Nueva York“, comenta el curador Francesco Bonami. “Maurizio Cattelan es un artista político, no en el sentido de que presente una posición, sino en el sentido de que aborda los problemas de la sociedad y los acontecimientos actuales, y siempre toca la fibra sensible. Veremos cómo acogerán los americanos esta exposición.“.

Cattelan, uno de los artistas contemporáneos más importantes del mundo, es conocido por su arte provocativo y a menudo iconoclasta. No tiene miedo de abordar temas incómodos y desafiar las convenciones. “Nunca debes preguntarle a un artista sobre su arte. El mejor arte plantea muchísimas preguntas. No responde“, dice Cattelan en la entrevista con New York Times.

Domingo es un’trabajo poderoso e inquietante que nos invita a reflexionar sobre la cultura de la violencia estadounidense y el papel del arte en la denuncia de las injusticias sociales. La recepción del público será sin duda controvertida, pero no hay duda de que dejará huella.

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