La historia de Barbero en un día especial

Un antiguo proverbio africano dice: el niño va más rápido que el mayor, pero son los mayores los que conocen el camino. Conocer el camino es un logro que requiere tiempo, experiencia, coraje y abnegación. Y conocer “el camino” significa también conocer la historia de la humanidad, recordar la importancia de los estudios históricos en el presente, el peso del conocimiento en el proyecto de futuro. En la historia de Alejandro Barbero Estas variables están increíblemente cerca. Porque el historiador, divulgador incansable que hoy cumple 65 años, todavía conserva un brillo vivo en sus ojos.

La fiesta de Laterza

Es ese brillo del niño turinés que hace más de 50 años, en casa de su abuela, leyendo la revista “La Storia illustrata”, sumergiéndose en las páginas de los grandes hechos de la humanidad, descubrió que amaba visceralmente la Historia. Y querer hacer de ello un trabajo. Y lo hizo bien, para él y para todos aquellos que hoy pueden apasionarse por el tema gracias a sus claras y pertinentes lecciones de historia. Como los de los últimos días el 25 de abril. Hoy, con motivo del cumpleaños de Barbero, medievalista en su carrera universitaria pero omnívoro en cuanto a estudios, publicaciones e intereses, la editorial ha decidido festejarlo El tercero quien ha publicado la mayoría de sus obras desde 1994. Por eso le organizó un homenaje en Barí en la librería Laterza, en via Dante 49/53, esta tarde a las 19 h, con un brindis ante sus numerosos volúmenes dispuestos en una exposición especial para la ocasión. Barbero participará a distancia saludando a sus lectores, pero quien adquiera su último libro “All’arme all’arme i priori fa carne” (Laterza; 176 páginas; 18 euros) durante el acto podrá participar en un acto reservado ( l la invitación irá para aquellos que estén entre los 50 primeros). Para encontrar al profesor en Bari es suficiente esperar al sábado 18 y al domingo 19 de mayo: estará presente en la librería para la firma de ejemplares dedicada a los lectores (con invitación), ya que está presente en la ciudad para presentar las actuaciones. de la ópera “El laberinto de Creta” del maestro Nicola Piovani (de hecho, se alternará con Pietrangelo Buttafuoco, que presentará las representaciones el jueves 16 y martes 21 de mayo a las 20.30 horas). La carrera de Barbero es muy larga y comienza con su carrera universitaria en 1984 y luego finaliza este año después de exactamente 40 años. Es profesor titular de Historia Medieval en la Universidad del Piamonte Oriental, pero su apasionada difusión con las brillantes “Lecciones de Historia” online, junto con muchos otros vídeos de sus discursos, ha dado la vuelta al mundo.

El premio de la bruja

No todos recuerdan que Barbero ganó el Premio Strega en 1996 con la novela histórica “Vida hermosa y guerras ajenas del señor Pyle, caballero” ambientada en la época napoleónica, que abrió su camino como novelista. “Quería darme el lujo de imaginar una historia en la época napoleónica, tenía 35 años – explicó – y aunque enseñaba Historia Medieval, todavía tenía dentro de mí al niño que amaba la Batalla de Waterloo. Y la manera de liberarme de una obsesión fue escribir.” El profesor sonriente que logra comunicar a todos la época de Dante, pero también de Caporetto, de Saboya, etc., nació como rostro televisivo en las infinitas colaboraciones con Piero Angela en “Superquark”, pero también con “aCdC” y ” Pasto e presente” de Rai Storia. Sus publicaciones de ensayos con Laterza superan la docena y abarcan épocas históricas, lo que demuestra su amplia perspectiva a lo largo del tiempo. Hoy es un protagonista intelectual del debate italiano contemporáneo, una voz clara y libre, generosa con aclaraciones y conocimientos accesibles a todos y necesarios. “Me parece inquietante que quienes están en el gobierno tengan dificultades para llamarse antifascistas, lo que significa que son fascistas”, explicó en los últimos días, aportando en pocas palabras la claridad que falta en el debate contemporáneo, que se ha vuelto resbaladizo. sobre estos temas. Su amor inicial por la historia emerge entre las imágenes de la memoria de un niño fascinado por las lecturas infantiles. “Tuve inmediatamente pasión por la historia, cuando aprendí a leer – dice Barbero – leí sobre todo el Corriere dei Piccoli, elemento fundamental en la educación de generaciones de italianos, lleno de cómics sobre grandes batallas, grandes acontecimientos históricos. Figuras, narrativas del pasado.

En casa de mi abuela descubrí entonces la preciosa revista Storia Illustrata, la noté desde las primeras portadas en color porque todo estaba todavía en blanco y negro. Recuerdo bien una portada con un casco prusiano con el título ‘Hace 50 años la Primera Guerra Mundial’: Crecí leyendo sobre grandes guerras, grandes acontecimientos de la historia, Napoleón, la Guerra Civil Americana, el nazismo y el fascismo, etc… Era un niño que jugaba con soldados de juguete y hacía modelos de aviones y tanques, así que me apasionaban mucho estas historias”. El descubrimiento de la Edad Media llegó más tarde, convirtiéndose en una elección de campo profesional. Incluso para él en la escuela, la Historia Medieval se confundía entre muchos acontecimientos, más allá de la fascinación literaria por las damas, los caballeros, los torneos, los magos y los fuegos. “Al terminar el bachillerato, gracias a un amigo, leí ‘La sociedad feudal’ de March Bloch – explicó el profesor – y fue allí donde me conquistó el descubrimiento de un mundo de personas no hipócritas, aunque eran inescrupulosos y a veces violentos, pero directos. De hecho, Dante usó las palabras adecuadas, que eran útiles aunque fueran pesadas, pero ciertas. Ese tiempo me conquistó. Y decidí convertirme en medievalista”.

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Periódico de Apulia

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