buenas practicas con capotas y cilindros…

Roma, 29 de abril – Nei laboratorios de investigación Son muchas las figuras profesionales, y/o dentro de una formación específica, que están llamadas a manejar agentes químicos que representan un riesgo para la salud en ausencia de prácticas y estrategias de prevención adecuadas.

Y los efectos sobre la salud que pueden ocurrir tras eventos de exposición “son los más diversos, fuertemente condicionados por el tipo de agente químico con el que se entra en contacto y las condiciones de exposición que se presentan; “El uso de sustancias y mezclas en este contexto laboral particular pone al operador en contacto con volúmenes comúnmente reducidos de sustancias con diferentes peligros, que a menudo se utilizan en mezclas, creando así múltiples exposiciones a agentes químicos pero en dosis bajas”.

La segunda edición de un folleto, publicado por el Departamento de Medicina, Epidemiología, Higiene Ocupacional y Ambiental (Dimeila) del Inail, titulado “Riesgo químico. Manual de información para la protección de la salud del personal de los laboratorios de investigación”.

El documento tiene como objetivo proporcionar al personal de laboratorio “una guía rápida y fácil de consultar para identificar el riesgo químico y adoptar las buenas prácticas laborales seguras”.

Precisamente para promover la información sobre seguridad en los laboratorios de investigación, hoy nos centraremos en algunos buenas practicas presentado en el documento (en el primer artículo de presentación ya hemos ilustrado los “principios generales y medidas a adoptar”).

Al presentar el documento nos centramos en los siguientes temas:

La seguridad del personal de los laboratorios de investigación: el uso de campanas.

El documento, que no reemplaza el conocimiento del Decreto Legislativo 81/2008, ni la obligación de formación de los trabajadores y que está editado por Lidia Caporossi, Mariangela De Rosa y Bruno Papaleo, se centra en primer lugar en el uso de capuchas.

Recordamos, a este respecto, que, cuando la naturaleza de la actividad no permita la sustitución de la sustancia peligrosa a la que se está expuesto, entre las medidas organizativas y colectivas de protección en el origen del riesgo también se encuentra el uso de capuchas para minimizar la vida y la exposición a productos químicos.

Estos son losPrincipios generales que se deben adoptar al utilizar campanas.”, presentado en el documento del Inail:

  • “Antes de iniciar actividades, asegurarse de que la campana esté en funcionamiento y verificar su correcto funcionamiento.
  • Evite crear corrientes de aire cerca de una campana en funcionamiento (apertura de puertas o ventanas, tránsito frecuente de personas).
  • Las campanas extractoras deben considerarse zonas de peligro potencial: en su interior pueden formarse incluso atmósferas extremadamente inflamables, explosivas y tóxicas. Por este motivo la campana debe utilizarse correctamente y mantenerse siempre en perfecto estado de funcionamiento.
  • Reemplazar periódicamente los filtros de ventilación de las campanas, según el tipo de contaminación y las horas de uso. En cualquier caso, a falta de indicaciones más específicas, prever su sustitución al menos cada 9 – 12 meses, independientemente del uso de. la capucha.
  • Mantenga el frente bajado hasta una apertura máxima de 40 cm mientras trabaja; No entre en el capó por ningún motivo (por ejemplo, con la cabeza).
  • La zona de trabajo y todo el material debe mantenerse lo más posible hacia la parte inferior de la capota, sin tener que levantar más el frente móvil.
  • Mantener bajo la capota sólo el material estrictamente necesario para la actividad, procurando no obstruir el paso del aire por la superficie de la capota.
  • No utilice la campana como medio de eliminación de reactivos por evaporación forzada.
  • Cuando la campana no esté en uso, apague la extracción y baje el frente.
  • Cuando se utilicen equipos eléctricos en el interior de la campana, estos deberán contar con un “sistema de seguridad eléctrica”.
  • Anotar en un registro especial las operaciones de mantenimiento ordinario y extraordinario realizadas en la capota”.

La seguridad del personal de los laboratorios de investigación: las bombonas de gas.

Otra fuente de riesgos está relacionada con el posible uso de cilindros de gas a presión.

Nuevamente del documento tomamos el “Principios generales que deben adoptarse al utilizar cilindros de gas a presión.“:

  • “Es aconsejable tomar siempre precauciones particulares en todas las actividades que impliquen el uso, transporte y almacenamiento de contenedores que contengan gases comprimidos, licuados y disueltos a presión, incluso cuando el gas contenido sea un gas “inerte”.
  • Un contenedor de gas debe ponerse en uso únicamente si su contenido y/o el riesgo asociado son claramente identificables, de la siguiente manera:
    • coloración de la ojiva, según el color codificado por la ley;
    • nombre comercial del gas marcado en la nariz con letras completas o abreviado si es muy largo;
    • escritura indeleble, etiquetas autoadhesivas, calcomanías colocadas en el cuerpo del recipiente o etiqueta de identificación adherida a la válvula de seguridad y/o al tapón protector.
  • En los laboratorios suele estar prohibido el uso de cilindros de gases comprimidos, licuados y disueltos bajo presión, salvo necesidades particulares determinadas por las actividades de investigación.
  • En este último caso, se permitirá conservar los cilindros pequeños sólo durante el tiempo estrictamente necesario, siempre que:
    • es un gas no inflamable, no oxidante y no tóxico, químicamente estable (inerte);
    • los contenedores estén correctamente anclados a la pared cercana al área de trabajo;
    • al final de la jornada laboral, salvo necesidades particulares, que se evaluarán periódicamente, las bombonas se devuelven al almacén externo”.

Cabe señalar que, en general, el color de la punta del cilindro “no identifica tanto el gas como el principal riesgo asociado al mismo”.

En cualquier caso, el documento contiene dos tablas, una (Tabla 2) con los principales colores de las narices de los cilindros en relación al tipo de peligro y otra (Tabla 3) con los colores de las narices en relación al tipo de gas.

Tomemos la Tabla 2 del documento:

Otras precauciones de seguridad al utilizar cilindros de gas a presión

Concluimos tomando algo del documento. Precauciones relacionadas con el uso de cilindros.:

– “Antes de utilizar un recipiente es necesario fijarlo a la pared, sólo en este caso se puede quitar la tapa protectora.

– Los envases nunca deben calentarse por encima de 50°C y nunca enfriarse artificialmente a temperaturas muy bajas.

– Los contenedores de gas sólo deben ser manipulados por personal autorizado.

– Las válvulas de los cilindros deben mantenerse siempre cerradas, excepto cuando estén en uso. La apertura de las válvulas de los contenedores debe ocurrir de forma gradual y lenta.

– Es preferible evitar el uso de reductores, manómetros o mangueras, pero si es necesario su uso deben ser conformes y calibrados para soportar una presión al menos un 20% superior a la presión máxima del cilindro.

– Es recomendable dejar siempre una ligera presión positiva en el interior del cilindro antes de devolver un envase vacío.

– Sin embargo, en caso de fuga de gas inerte (por ejemplo, nitrógeno, helio), es una buena práctica salir del laboratorio y volver a entrar sólo después de haber ventilado.

– Todos los contenedores deberán estar equipados con tapones especiales de protección de válvulas, que deberán permanecer siempre enroscados o con otra protección adecuada.

– Las bombonas deben manipularse con la máxima precaución, evitando impactos y utilizando siempre medios de transporte adecuados.

– Los locales de almacenamiento de bombonas que contengan gases inflamables deberán estar equipados con “sistemas eléctricos de seguridad”, sistemas de prevención de incendios y protección contra descargas eléctricas.

– Está prohibido almacenar gases incompatibles (por ejemplo, combustibles y comburentes) en el mismo almacén.

– El local deberá ser:

– marcado con el nombre del gas almacenado. Si en un mismo almacén se encuentran gases diferentes pero compatibles, los contenedores deberán agruparse según el tipo de gas contenido;

– dispuestos para garantizar que los contenedores se mantengan en posición vertical y fijados a las paredes con cadenas u otros medios adecuados, para evitar su vuelco;

– equipado con un sistema de ventilación adecuado, seco, fresco, bien ventilado y libre de fuentes de calor.

– En el local deberá haber:

– mantener separados los contenedores vacíos de los llenos;

– colocar carteles que contengan indicaciones sobre las prohibiciones, los medios de protección personal a utilizar, las normas de seguridad y las intervenciones de emergencia a adoptar en caso de accidente;

– existan sistemas de ventilación adecuados o, si no es posible, sistemas automáticos de control y señalización cuando se alcancen concentraciones peligrosas de gases en el aire. Si esto no es técnicamente posible, se deben realizar mediciones periódicas.

Para concluir, os remitimos a la lectura íntegra del documento que contiene mucha más información sobre:

  • clasificación y etiquetado
  • almacenamiento y manipulación
  • equipo de protección personal
  • gestión de primeros auxilios
  • químicos incompatibles
  • señalización

Tiziano Menduto

Descarga el documento del que está extraído el artículo:

Inail, Departamento de medicina, epidemiología, higiene ocupacional y ambiental, “Riesgo Químico. Manual de información para la protección de la salud del personal de los laboratorios de investigación”, segunda edición editada por Lidia Caporossi, Mariangela De Rosa y Bruno Papaleo, segunda edición 2023, Serie Investigación (formato PDF, 1,32 MB).

Accede al área reservada para suscriptores dedicada a “Riesgo químico y protección de la salud del personal de los laboratorios de investigación”.

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