“¿El brazo? Eso ya no existe. Pero estoy vivo y soy feliz”. Lucia Da Canal es una luchadora. Una de esas mujeres que no se rinden ante la vida y esas desagradables sorpresas que ésta les reserva de vez en cuando. Hace cuatro años el empresario agrícola de Trichiana perdió un brazo mientras trabajaba la tierra: el suéter que llevaba atado a la cintura quedó atrapado en el eje cardán del vehículo agrícola, instintivamente intentó retirarlo y su brazo quedó atrapado en el mecanismo. Las heridas que sufrió fueron muy graves y obligaron a los médicos a amputarle la extremidad justo por encima del codo.
lucía menos de un año después de ese accidente volvió a trabajar con sus vacas, en su jardín y en el campo. Hoy lo hace con medios que le permiten conducir con un brazo y una mano: el izquierdo. Inail financió la compra de una pequeña pachera, como ella la define, que tiene los mandos a la derecha pero fácilmente accesible con el otro brazo, de un tractor que en cambio tiene todos los mandos a la izquierda y de un esparcidor de estiércol que se puede acoplar al tractor.
“Habría seguido de todos modos, pero con estas máquinas me siento como una reina”, afirma la mujer. Cincuenta y cuatro años, una vida pasada en el campo y en el establo, con esas vacas que solo tuvo que observar durante meses, mientras se recuperaba del terrible accidente de septiembre de 2020. «En junio del año siguiente llamé a Inail: había forraje para hecho, ya no podía quedarse quieto viendo trabajar a los demás”, continúa.
Una fuerza de la naturaleza, Lucia Da Canal. Quien dice que está “mimada” desde que consiguió ese pequeño “bolsito”, que cabe perfectamente en su interior y que le permite trabajar sin demasiado esfuerzo. «Puedo cargar estiércol, limpiar el establo, llevar pienso a las vacas, cargar aserrín, mover fardos de heno e incluso trabajar en el jardín. Ahora también lo uso para pequeños trabajos que podría hacer a mano.” Sonríe mientras lo cuenta. “Me siento como una reina”. La pachera tiene los controles a la derecha, donde Lucía ya no tiene su brazo. Pero los alcanza sin esfuerzo con el otro brazo y la mano. El tractor, en cambio, tiene los mandos a la izquierda: «Y también tiene transmisión automática. Realmente no necesitaría mi mano derecha en ese vehículo”.
Fue Inail quien propuso a Lucia Da Canal comprar esas máquinas. Llegaron entre diciembre de 2022 y diciembre de 2023. Inail invirtió 135 mil euros. «Gracias a estas máquinas he vuelto a tener el número de animales que tenía antes del accidente». Treinta y ocho. Sus queridos animales, a quienes no podía esperar a volver cuando estuvo hospitalizada. «No quise ir al psicólogo, dije que me dejaran ir a casa porque ahí estoy bien. Y no tengo prótesis, No lo necesito y tampoco habría hecho mucho más con él. Mejor no tener nada, al final hago todo igual. Me perdí un brazo, sí. Pero estoy vivo y soy feliz.”af