Tuvo que redescubrir la adrenalina y la competición que lo acompañaron durante años. Gonzalo Higuaín, que ahora tiene 36 años, se reinventó tras decirle basta al fútbol. Él, el Pipita, que ostenta el récord de goles en una sola temporada de la Serie A y que es el sexto goleador de la historia de la selección argentina (31 goles en 75 partidos). Su última experiencia fue con la camiseta del Inter Miami, hoy usada por su amigo y excompañero Leo Messi. El ex, entre muchos, del Nápoles y de la Juve se quedó a vivir en Florida, donde se entregó plenamente a una de sus grandes pasiones, la pádel.
Durante su experiencia en MLS, no pudo jugar, ya que en el contrato había cláusulas destinadas a prevenir lesiones. Pero, una vez que se liberó de ciertas obligaciones, no sólo comenzó a practicarlo, sino que para él se convirtió en un deporte en todos los aspectos, donde compite e incluso con cierto éxito, como lo demuestra el último torneo ganado (300 dólares el premio final) en la categoría Open emparejado con el venezolano Tarek Deham en el Club de Pádel Miramarclub propiedad del famoso exjugador Alejandro Lasaigues, uno de los mejores de la historia. Según los entendidos, Higuaín acude allí todos los martes junto a su pareja Lara, con quien tuvo a la pequeña Alma, que dentro de un mes cumplirá 5 años: “Aquí puede hacer vida normal, es considerado uno de tantos”. afirman quienes le dicen que está cerca.
Lo mejor para un personaje que siempre ha sido tímido y celoso de su vida privada. También sensible, conmovido por las fuertes críticas que le llegaron en el pasado, por ejemplo de la afición argentina, quien lo acusó de fallar goles cruciales en las finales del Mundial y la Copa América.. Pero para “gonza» — este es el nombre que aparece detrás de la camiseta que se lleva en la pista de pádel — el presente es más luminoso, más tranquilo, más soleado. A sus 36 años, Higuaín disfruta de la vida. Ha cerrado todos sus canales sociales, ya no quiere saber de fútbol. El pádel como su único vicio, a la espera de ganar muchas otras copas. Pero si un buen día empieza por la mañana…
