La pequeña fue sacada a la luz mediante una cesárea de emergencia mientras su madre, en su séptimo mes de embarazo, moría a causa de las heridas infligidas por las bombas israelíes. Alrededor de 15.000 niños han muerto como consecuencia de los ataques de Israel en la Franja
Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano
Sólo cinco días, ese es el tiempo que sobrevivió la pequeña Sabreen Jouda, su sistema inmunológico estaba demasiado débil. Pese a los intentos de los médicos, la pequeña murió y ahora descansa enterrada junto a su madre, muerta, junto a su marido y su otra hija de tres años, por los bombardeos israelíes. “Se unió a su familia como una mártir”, repite Mohammad Salama, jefe de la unidad de urgencias neonatales del hospital, a quienes lo interrogan. Él es quien intentó por todos los medios salvar a la pequeña y por él no pudo. por lo que fue “personalmente muy difícil y doloroso”.
El amor de los trabajadores de la salud.
La historia y las fotografías de Sabreen, que lleva el nombre de su madre, dieron la vuelta al mundo, que esperó hasta el final que la pequeña lograra seguir con vida, sacada a la luz por la cesárea de urgencia de los médicos del hospital kuwaití de Rafah. nació mientras su madre, de treinta semanas de embarazo, perdía la vida. La niña fue colocada en una incubadora en la unidad de cuidados intensivos neonatales de otro hospital inmediatamente después de dar a luz. Pero lamentablemente el amor con el que todos los médicos habían bombeado aire a ese cuerpecito no fue suficiente para salvarla.
Las pequeñas víctimas
Mientras Israel sigue negando que esté atacando deliberadamente a civiles en la Franja de Gaza en su guerra contra Hamas, el número de pequeñas víctimas está aumentando. Según fuentes de la Franja, en total murieron unos 15.000 niños, de los cuales una treintena estaban en hospitales debido al hambre y la deshidratación aguda.
