Cáncer de cuello uterino: qué es, cuáles son los síntomas y cómo se trata

Es la quinta neoplasia más frecuente en jóvenes, con una incidencia estimada de aproximadamente 2.500 casos al año. Aquí te contamos cuáles son los síntomas del cáncer de cuello uterino, cómo se previene y cómo se trata.

El cáncer de cuello uterino, técnicamente llamado cáncer de cuello uterino, es la quinta neoplasia más frecuente en personas jóvenes. Cada año se registran alrededor de 2.500 nuevos casos en nuestro país, según los datos del informe “Las cifras del cáncer en Italia 2023”, elaborado, entre otros, por la Asociación Italiana de Registros del Cáncer y la Asociación Italiana de Oncología Médica. En Italia, la tasa de supervivencia a 5 años de las pacientes con cáncer de cuello uterino es del 68%. ¿Pero cuáles son los síntomas de esta neoplasia? ¿Cuál es la terapia y cómo se diagnostica?

Qué es y cuáles son los factores de riesgo

El cáncer de cuello uterino es un tumor de la esfera genital femenina que afecta a la parte más externa del útero (también llamada cuello o portio), la parte que se puede explorar fácilmente con un examen ginecológico. El tumor está causado por una infección por el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite sexualmente y es muy frecuente, especialmente en personas jóvenes. Según explica el Ministerio de Sanidad, la mayoría de los contagios regresan de forma espontánea. Pero cuando la infección persiste en el tiempo, se forman lesiones en el cuello uterino, que pueden convertirse en cáncer. Riesgo estrictamente relacionado con el tipo de virus VPH subyacente a la infección, que sin embargo también depende de varios factores de riesgo, como el inicio temprano de la actividad sexual y múltiples parejas sexuales, así como la insuficiencia inmune y la presencia en la familia de parientes cercanos. afectados por este tumor. Pero también el uso prolongado de anticonceptivos orales, una dieta baja en frutas y verduras y la obesidad.

Síntomas

Generalmente, cuando el cáncer de cuello uterino se encuentra en sus primeras etapas, es asintomático. Entre los primeros signos de alerta, los expertos señalan sangrado vaginal (especialmente después de las relaciones sexuales), en ocasiones acompañado de secreciones malolientes, y la presencia de dolor en la parte inferior del abdomen. En una fase más avanzada, sin embargo, el tumor puede afectar a órganos adyacentes, provocando en ocasiones la presencia de estreñimiento, sangre en la orina, dolor en los huesos y en la espalda, así como hinchazón de una de las dos piernas, pérdida de apetito y peso y cansancio.

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Prevención

La principal arma contra el cáncer de cuello uterino es la vacunación contra el Virus del Papiloma, que puede garantizar la prevención de todos los tumores relacionados con el VPH (como los de vagina, vulva, ano, cabeza y cuello), recomendada tanto para niñas como para niños. También se recomienda realizar controles ginecológicos periódicos para poder diagnosticar la neoplasia en la fase precancerosa.

Diagnóstico

Las pruebas para el diagnóstico temprano del cáncer de cuello uterino son la prueba de Papanicolaou, examen que forma parte del plan nacional de tamizaje oncológico y permite identificar lesiones precancerosas o cancerosas en etapas iniciales, y la prueba del Papilomavirus, prueba capaz de identificando directamente la presencia del ADN del virus VPH. En caso de negatividad, los expertos recomiendan repetir la prueba de Papanicolaou y la prueba del VPH en intervalos no menores a 3 años y 5 años respectivamente. Si hay un diagnóstico de cáncer de cuello uterino, generalmente se prescriben otras pruebas que pueden determinar con mayor precisión la extensión del tumor, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada.

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como tratarlo

La elección del tratamiento depende sobre todo del estadio del tumor en el momento del diagnóstico, pero también del estado de salud del paciente. A menudo se combinan múltiples tratamientos para lograr una mayor eficacia. Como se explica en detalle en un estudio en profundidad de la Fundación Italiana para la Investigación del Cáncer Airc, cuando es posible se procede a la cirugía o criocirugía (o cirugía láser) si se encuentra en la fase preinvasiva. Cuando el tumor está un poco más extendido, pero todavía limitado a una zona limitada del cuello uterino, los médicos suelen optar por la llamada conización: una operación en la que se extrae un cono de tejido en correspondencia con la lesión sin comprometer la función del órgano y la posibilidad de tener hijos. Sin embargo, si el tumor es más extenso, se realiza una histerectomía, operación que implica la extirpación del útero, los ganglios linfáticos, las trompas y los ovarios. En el caso de enfermedad localmente avanzada, el tratamiento puede incluir radioterapia, generalmente en combinación con quimioterapia. La radioterapia tradicional, en la que la fuente de radiación es externa, a veces se combina con la braquiterapia, es decir, la inserción en el útero de pequeños óvulos que emiten radiación.

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