El rapero iraní Toomaj Salehi Fue condenado a muerte por cargos de “corrupción en la Tierra” por un tribunal revolucionario iraní. Esta drástica sentencia fue confirmada por el abogado del músico, Amir Raesian, a través de unas declaraciones al diario Shargh. Salehi, de 33 años, ya era conocido por las autoridades por las provocativas letras de sus canciones, que ya habían llamado la atención de la justicia iraní en el pasado. En 2022, el rapero fue encarcelado por su participación activa en las protestas antigubernamentales, provocadas por la muerte de Mahsa Amini. La joven de 22 años murió tras ser detenida por la policía moral, que la acusó de no llevar correctamente el hijab, el velo obligatorio para las mujeres en lugares públicos en Irán.
La condena de Salehi pone de relieve la severidad con la que el régimen iraní responde a lo que percibe como amenazas a su estabilidad, utilizando acusaciones muy graves para reprimir la disidencia y las protestas. La situación llama la atención internacional sobre los derechos humanos en Irán, especialmente en lo que respecta a la libertad de expresión y protesta.
