Un radar gana un recurso de 60 euros y corre el riesgo de recibir multas por valor de 50 millones. «No quiero ser campeón»

Si, como enseña el “efecto mariposa”, un batir de alas en Brasil puede provocar un tornado en Texas, un multa de 60 euros Cancelado por exceso de velocidad en la lata de Treviso hacer estallar millones y millones de euros en sanciones por toda Italia. Andrea Nalesso, de 56 años, abogado civil de Treviso, la tarde del 4 de septiembre de 2020 acompañaba a un amigo a casa de su hija. Mientras circulaba por la circunvalación de la capital, uno de los radares detectó su paso 96,4 kilómetros por hora, donde el límite es 90. Una vez eliminados los 5 kilómetros de tolerancia, había “excedido” por 1.4. “Me enojé, soy muy respetuoso con los límites, también me habían puesto una multa poco antes –dice–. Cuando recibí el informe recordé que un juez de paz ya se había pronunciado sobre ese mismo instrumento, destacando que solo estaba autorizado, no aprobado. Y canceló la multa”.

¿Entonces se aprovechó de una sentencia ya dictada?
“Sí. No hice más que hacerme cargo de esa situación. La diferencia es que por primera vez este caso llegó al Tribunal Supremo cuando el Ayuntamiento de Treviso apeló. Quería aclarar, evidentemente pensaba que tenía razón.”

Pero no. El Tribunal de Casación dictaminó que la multa debe anularse porque el instrumento en la circunvalación de Treviso no está aprobado. ¿Pero sabes que tu batalla corre el riesgo de anular miles de multas por exceso de velocidad en todo el país, porque casi todos los velox sólo están autorizados?
“Ciertamente no esperaba que el problema estuviera tan extendido. También porque no fui el único en resaltarlo”.

¿Puede la sentencia del Tribunal Supremo constituir jurisprudencia?
“No. Nuestro sistema se basa en las normas del derecho positivo, no en el derecho consuetudinario y, por tanto, no en precedentes jurisprudenciales. Pero es un ladrillo importante, un elemento sobre el que se puede basar la jurisprudencia en el futuro. Es sólo la primera sentencia pero pesa sobre los posibles recursos que puedan interponer quienes quieran verificar la aprobación de los radares”.

¿Alguien se ha puesto en contacto con usted para solicitar ayuda en casos similares de disputas sobre multas?
“Tengo algunos correos electrónicos en la bandeja de entrada de mi estudio, pero aún no he tenido tiempo de leerlos. Recibí muchas llamadas telefónicas, periódicos y programas de televisión se comunicaron conmigo. Pero no quiero ser un personaje de televisión, no hice nada para serlo. Sólo sabía que ese instrumento no fue aprobado y que ante el juez de paz no habría esperanza.”

Usted destacó una brecha regulatoria. Los Municipios se basaron en una circular del Ministerio de Transporte que igualaba aprobación y autorización.
“Los alcaldes sabían muy bien que era una situación explosiva, tuvieron mucho tiempo para iniciar un proceso de actualización. Han quedado en el limbo en base a una circular que no tiene valor legal, mientras que el código exige que se aprueben demostrando la idoneidad del instrumento, mientras que la autorización es de carácter administrativo y no conduce a verificar la idoneidad para detectar la velocidad. . Y todavía no existen normas prácticas para las aprobaciones”.

Alguien la comparó con Fleximan, el individuo (o más probablemente el colectivo) que derribó los radares de tráfico. Un Fleximan que utiliza la ley, en lugar del fleximan, contra los detectores en las carreteras. ¿Cómo te sientes acerca de esta comparación?
“No me gusta para nada. No quiero asociarme con quienes realizan acciones contra la ley. Pero tampoco me interesa ser el campeón de alguien. Sólo pedía justicia por mi sanción. Y lamento lo que pasó. Estoy muy apegado a Treviso, vivo aquí, trabajo aquí. No quería ir en contra de la administración sino defenderme y aclarar las cosas”.

¿De cuánto fue la multa?
“No lo tengo aquí a mano, pero sí unos sesenta euros”.

¿Sabe que sólo en el Véneto corren peligro 50 millones de euros en multas por radares de tráfico?
“No me lo esperaba, es una dimensión que no preví”.

¿Habías pagado la multa anterior?
“Sí, no apelé. Pero precisamente por eso quería insistir. Dos multas en poco tiempo me hicieron sospechar. Pero no esperaba el efecto bola de nieve. Digamos que todo empezó por circunstancias fortuitas”.

Y ahora los alcaldes están temblando…

Tags:

PREV Los residentes en Lazio aumentaron un 0,1%, pero la tasa de natalidad alcanzó un récord
NEXT Toti dimite y sigue el ejemplo de Errani