BM DE LA EUROLIGA/VIRTUS, AL DÍA DESPUÉS DE SU SALIDA: PLAYOFFS AMUEBLADOS, PERO EL VASO SIGUE MEDIO LLENADO – por EUGENIO PETRILLO

Y es con un 89-77 que termina todo sueño de playoff de la Euroliga del Virtus Bolonia. Con este resultado, Segafredo cayó derrotado en el Fernando Buesa Arena de Vitoria, campo del Baskonia.
Los ibéricos ganaron ante más de 10 mil espectadores que pudieron celebrar su llegada a los playoffs, donde a partir del martes tendrán que enfrentarse al Real Madrid en un derbi íntegramente al estilo español.
El del Baskonia ante la Virtus fue un éxito merecido, fruto de un excelente tercer cuarto (31-16 parcial) que rompió el equilibrio de la primera parte (41 empates) y más. De hecho, basta pensar que si quitamos el tercer periodo del partido, el marcador sería 61-58 a favor de Segafredo. Dado que demuestra una vez más (lo ocurrido en los últimos meses) lo decisivo y condicionante que fue la vuelta del largo parón.
Sin embargo, las condiciones eran muy buenas. Al Baskonia le faltaba Chima Moneke, uno de los mayores hombres del saco de los vascos y que venía de la clara derrota en Belgrado ante el Maccabi.
Virtus, por el contrario, acababa de regresar de la hazaña en Estambul, lleno de energía y con la mentalidad de quien sabía que estaba recuperando el brillo de los primeros meses de la temporada. Sin embargo, los hombres del entrenador Luca Banchi no pudieron conseguir una segunda remontada. La temporada europea de la Virtus Bolonia se detiene aquí, se detiene en el parquet del Buesa Arena y se detiene bajo los golpes del habitualmente desatado Marcus Howard así como de los inspirados Tadas Sedekerskis y Matt Costello.
Virtus regresa a Bolonia donde a partir del lunes – con el partido contra Reggio Emilia – se centrarán totalmente en la LBA.

Pero habrá tiempo y oportunidad para hacer valoraciones respecto al campeonato y en breve comenzarán los ansiados playoffs.
Pero ahora es el momento adecuado para trazar una línea y hacer un balance de la temporada europea del Black V.
El primer juicio que se debe dar es puramente numérico: 18 victorias y 18 derrotas, con partidos de play-in adjuntos. Significa haber tenido una tendencia positiva y haber cerrado el año con el 50% de victorias. Una cifra reconfortante y una clara mejora respecto al 14-20 del año pasado. Una tendencia que le había costado al entonces Virtus de Scariolo el puesto 14 en la clasificación, muy por debajo del noveno de este año.
Entonces lo correcto es dividir la temporada en dos bloques. Una primera vuelta apasionante con 12 victorias y 5 derrotas, y una vuelta más que complicada por un “palíndromo” de 5-12. Con los éxitos de la primera mitad del año, el equipo de Banchi logró ganarse el mérito de la vuelta, hasta el punto de poder llegar al playin a pesar de que las derrotas fueron mucho más que las victorias.
A principios de temporada vimos la mejor versión de Virtus de los últimos años. Un equipo cohesionado, combativo, con ambiciones altísimas y muchas certezas. Los veteranos Daniel Hackett, Marco Belinelli y Tornike Shengelia tiraron (¿quizás demasiado?) del carro durante los primeros tres meses. Sin olvidar al solucionador por excelencia: Iffe Lundberg, con su “Iffe Time” que enloqueció de alegría a los habitantes de Virtussino varias veces. Luego, en enero, algo salió mal. Mientras tanto, en el partido de cierre de la primera ronda, Devontae Cacok se lesionó (no desbordaba, pero empezaba a meterse en los mecanismos de Banchi y empezaba a hacerse útil). En su lugar ha llegado Ante Zizic, con muchas expectativas y quizás no del todo respetadas de cara a un paso a la Juventus en la carrera tras una primera parte de temporada plagada de lesiones.
Otras paradas, un descenso de la forma física (de Isaia Cordinier y Jordan Mickey sobre todo) y algunos pequeños accidentes en el camino minaron esas certezas y el final de temporada fue más que complicado para Banchi y su equipo.
¿Pero al final podemos decir que el vaso está medio lleno? Absolutamente sí. Probablemente el baloncesto exprés (con resultados relacionados) de septiembre a diciembre había hecho felices a todos. Sin embargo, es necesario lidiar con las expectativas iniciales, los objetivos y, sobre todo, con oponentes caníbales y despiadados en una competencia que no deja margen de error.
La Virtus Bolonia regresó a la máxima competición europea el año pasado y, como ya hemos mencionado, ha habido muchas mejoras. Ahora la Juventus -a través del sólido club que tiene detrás- debe consolidarse aún más en este maravilloso panorama del que se ha convertido en una parte importante.
Este año Virtus nos hizo soñar, ilusionar y vivir grandes momentos del baloncesto. Las continuas entradas agotadas en el Segafredo Arena son una demostración concreta de que este equipo ha entrado en el corazón de sus aficionados. Es una pena haber acabado el año con la derrota del pasado viernes (de nuevo ante el Baskonia), pero ahora quedarán unos playoffs de la LBA para jugar e intentar levantar el campeonato que lleva dos años perdido.

Eugenio Petrillo

En la imagen de portada Shengelia, foto Ciamillo-Castoria

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