El gimnasio que se construirá en el futuro en Montagna Piano, cuyas obras deberían comenzar en breve, tan pronto como Enel interviene para retirar un cable eléctrico para abrir la obra, levanta los ánimos.
Un proyecto ultramillonario, cuyas bases aún no se han puesto, pero que, sin embargo, parece no ser del agrado de los vecinos de la zona. Al menos a juzgar por las reacciones de los asistentes que hablaron al margen del ayuntamiento el lunes por la tarde en la sala de primarias Camilla Cederna, donde estaba convocada la sesión y donde el alcalde Roberto Menegola quiso informar a la población – «con un con miras al intercambio, la apertura y el diálogo”, subrayó – del estado de la obra, financiada íntegramente con dos millones 200 mil euros con fondos del Pnrr, aprobada y diseñada por la anterior administración con la alcaldesa Barbara Baldini.
Las críticas surgieron de muchos sectores: algunos señalaron el sistema viario y la falta de aparcamiento en esa zona, mientras que otros resaltaron el impacto de la estructura, que se construiría junto a la escuela primaria Camilla Cederna, en una superficie de mil metros cuadrados, ocupando parte del actual patio de juegos, definiendo la construcción como un “espectáculo secundario”. Los que todavía pedían expresamente dejar de lado la intervención desistiendo por considerarla inútil y los que pedían el importe de los gastos de gestión.
Intervenciones, aquellas, de la ciudadanía, a las que el alcalde no rehuyó respondiendo con prontitud. Pero haciendo una premisa: «Les puedo asegurar que no hay ninguna resignación por nuestra parte: no trasladamos las responsabilidades a otros -es decir, a quienes nos precedieron en el gobierno del país-: las asumimos y es por eso motivo por el que estamos aquí para conversar con usted, con la máxima transparencia y disponibilidad. Es fundamental exponer los problemas y hablar de ellos, compartiéndolos. Dependerá de nosotros encontrar las soluciones”, aseguró, garantizando el compromiso de la administración. Luego explicó que renunciar a la obra en sí y en consecuencia al aporte de seis cifras al Municipio costaría mucho. Demasiado, con el riesgo no tan remoto de endeudar las arcas municipales a largo plazo: “Según nuestras estimaciones, si tuviéramos que reservar la obra tendríamos que desembolsar al menos un millón de euros”. El cálculo se hace rápidamente: «Cerca del 30%, equivalente a 330 mil euros, ya se ha pagado en concepto de depósito a la empresa que ganó la obra, dinero que asciende a 451 mil euros para el pago de una parte de los costes del diseño, más Otros 20 mil euros por la salida de Enel. Si se cancela el proyecto, además del resto de los costes de diseño, habría una costosa disputa con la empresa. Es dinero público: no podemos ni queremos exponer al Municipio a deudas.”
Por ello se construirá el gimnasio y la administración está identificando una serie de cambios que se realizarán durante la construcción, «para mejorar al máximo el resultado final de una estructura que no será para uso exclusivo de la escuela, sino utilizable para otros eventos y sociedad, que podrá albergar no sólo oficinas municipales sino también una clínica médica”.