Federico Lucía no menciona a Iovino, al menos por su nombre, lo llama “el amigo” de Tony “Jimmi Gym”. Luego recurre a Lazza, otro conocido rapero de la escena musical milanesa que no sólo comparte la amistad con Fedez, sino también el lanzamiento del refresco Boem. “Ahora Lazza se ha puesto feo”, continúa Lucía en su conversación con el responsable de la Curva Sud. “Hacer quedar mal a Lazza significa hacer quedar mal a mi hijo”, explica Fedez a Lucci, contando una llamada telefónica hecha a Lazza, nacido Jacopo Lazzarini: “Él me lo dijo. Llamé a Lazzino y le dije que él y sus amigos de la curva no deberían “No me moleste en cosas así, ahora no recuerdo las palabras grabadas de Tony Effe, pero les aseguro que la palabra Milán estaba allí”. “El tema es la actitud que tienen – continúa Lucía – pero los atrapamos antes de que lleguen al bar”, le pregunta Lucci. “¿Pero quién?” y Fedez responde: “Tony y su amigo Jimmi en el gimnasio”.
Para resolver la polémica Luca Lucci le hace saber a Fedez su intención de ir a la fiesta del rapero Capoplaza, para el lanzamiento del nuevo disco, donde según Federico Lucía “ellos” estarían allí. Precisamente por la tensa situación que se generó en aquellos días, Fedez pidió al líder ultras que le “proporcionara” una persona más “pirotécnica”, dando a entender que quería a su lado a uno de los hombres de Lucci que le inspirara miedo. “¿Quieres uno realmente feo? Yo me encargo”, concluye Luca Lucci.