Ahora que, a lo largo de la Vía Emilia, hay dos hipercoches eléctricos, es imperativo compararlos en términos de datos y características fundamentales de proyectos unidos por haber introducido a Lamborghini y Ferrari en el híbrido enchufable.
Ambos ofrecen un rendimiento exagerado, una exclusividad extrema y un contenido técnico y tecnológico inigualable. Sin embargo, la forma que dan a estos contenidos es muy diferente. Estilo, soluciones fundamentales del proyecto Revuelto y el SF90 Stradale, hablan lenguajes sustancialmente diferentes.
Queremos ver estas diferencias, compararlas y registrar los (pocos) puntos de contacto.
Estilo en las antípodas
La diferencia principal y evidente que separa al Ferrari SF90 Stradale del Lamborghini Revuelto pertenece al estilo. Suaves sinuosidades interrumpidas por ángulos más acentuados para el hipercoche híbrido diseñado por el Centro Stile Ferrari, dirigido por Flavio Manzoni. Bordes marcados, proporciones que remiten al Countach a partir de 1971 – para introducir estilos que se han convertido en la identidad de la marca – los elegidos por el Centro Stile Lamborghini dirigido por Mitja Borkert.
Son dimensionalmente diferentes, no por una pequeña cantidad, la Revuelto y el SF90 Stradale. El primero es más largo, alcanzando los 4,94 metros de longitud, contra los 4,71 metros de Ferrari. Una brecha que es más relevante en la dinámica de conducción si nos fijamos en la distancia entre ejes: 2,65 metros en el SF90 Stradale contra 2,78 metros en el Revuelto.
Chasis, el monocasco de carbono contra aluminio
Lamborghini se mantiene fiel al cuadro de carbono monocasco, sin precedentes para la adopción de cuadros de carbono forjado adicionales; Ferrari no renuncia al marco de aluminio. Las diferencias generales de peso son el resultado de un sistema completo, no solo la elección de los materiales del marco. Lamborghini Revuelto pesa 1.772 kg en seco, el Ferrari SF90 Stradale 1.600 kg (1.570 kg con el aligeramiento de la estructura Fiorano). Números que generan una relación potencia-peso de 1,75 kg/hp para Lamborghini y 1,57 kg/hp para Ferrari.
Baterías, diferentes en ubicación y capacidad
Profundizando en las características del sistema híbrido enchufable, surgen otros puntos de diferencia entre los dos hipercoches. Lamborghini ha instalado el paquete de baterías en el túnel centralcon celdas de bolsa y una capacidad energética de 3,8 kWh.
Ferrari SF90 Stradale opta por una disposición transversal, detrás de los asientos, de una batería, además, de mayor capacidad: 7,9 kWh. Ambos se recargan sobre la marcha o desde columnas de hasta 7 kW. Nacieron para el rendimiento absoluto pero no desdeñan uno movilidad para distancias muy cortas con cero emisiones. Revuelto recorre “más de 10 km” en modo eléctrico, mientras que el SF90 Stradale alcanza los 25 km. Ni que decir tiene que la aportación de los tres motores eléctricos -los dos delanteros están en ambos híbridos enchufables del tipo flujo axial- está pensada sobre todo en términos de rendimiento y dinámica.
El número de motores eléctricos.
El Revuelto aprovecha un modo de tracción en las cuatro ruedas eléctrico que el SF90 Stradale no tiene. En términos de potencia absoluta, cada motor generador de Lamborghini (3) entrega 150 caballos de fuerza, mientras que en el Ferrari tenemos 115 caballos de fuerza de cada motor eléctrico delantero (2) y 204 caballos de fuerza del motor instalado en la caja de cambios trasera. Aquí, la transmisión, de doble embrague y 8 marchas, es una solución compartida por ambas propuestas.
Potencia y precio del sistema
Uno entrega 1000 caballos de fuerza redondos, el otro 1015 caballos de fuerza. Ciertamente no son los 15 caballos los que marcan la diferencia a la hora de elegir entre uno Revuelto por 510.000 euros y un SF90 Stradale por 430.000 euros: en una inspección más cercana, ni siquiera el precio es un elemento de elección.
¿Motor de combustión interna, el V12 de aspiración natural o el V8 turbo?
Por filosofía son dos híbridos sustancialmente diferentes, los propuestos por Lamborghini y Ferrari. El motor térmico es un V12 atmosférico de 6,5 litros en Revueltode 825 caballos, contra un V8 biturbo de 3,9 litros adoptado del SF90 Stradale: 780 caballos de fuerza en el plato. El componente térmico se combina con tres motores eléctricos, cuya aportación en términos de potencia máxima no es una suma exacta para ambas propuestas.
Rendimiento de velocidad
Es más que nunca una cuestión de pertenencia a la marca, de gustos ligados al diseño, de filosofías de diseño que pueden llevar a preferir uno de los dos híbridos enchufables con altísimas prestaciones dinámicas. En términos de velocidad y aceleración, estamos más que seguros de que no quedarás “decepcionado”. con los 2,5 segundos del 0-100 km/h declarados por Revuelto y SF90 Stradale; menos, de los 340 km/h del Ferrari y los más de 350 km/h del Lamborghini, un límite muy lejano que solo se puede alcanzar en algunas pistas específicas.
Mil maneras de conducirlos
Las diferencias de diseño son enormes dentro de los dos hipercoches, que comparten la posición de colocar tantas funciones y controles como sea posible en el volante. Lamborghini ofrece al conductor 13 combinaciones de formas de utilizar el sistema híbrido y configuraciones dinámicas: Città, limitada a 180 caballos de fuerza; 886 caballos de fuerza en carretera; Sport de 907 caballos y Corsa de 1.015 caballos. Cada uno se puede combinar con los modos híbridos Recarga, Híbrido, Rendimiento.
El SF90 Stradale cuenta con las 5 posiciones manettino “clásicas” (mojado, deportivo, carrera, control de tracción apagado, control de estabilidad apagado) y los modos híbrido, rendimiento y calificación del sistema híbrido. Ambos, por supuesto, cuentan con el modo eDrive para la conducción eléctrica.