Porque el coche eléctrico es un desastre.


Pero de verdad crees que en 2035 dejaremos de producir coches no eléctricos? ¿De verdad crees que otro ecofufa europea ¿provocará quiebras de fabricantes de automóviles, pérdida de puestos de trabajo en industrias afines que trabajan en la automoción convencional? ¿Que toda la operación será desastrosa para Europa en beneficio de China, que poseería gran parte de las materias primas necesarias para la fabricación de baterías? ¿De verdad crees que hacer esta transición energética a la movilidad eléctrica nos hará llorar y derramar sangre? ¿O que el quid de todo es la escasa capilaridad de las columnas de carga? ¿O, de nuevo, que sería bueno hacer la transición gradualmente? Si crees todo lo anterior, bueno: piénsalo de nuevo.

No se realizará autopropulsión completamente eléctrica, porque nadie va a querer el coche eléctrico, porque el coche eléctrico es, respetuosamente hablando, pan comido. Y eso es lo que decía porque las baterías tienen tiempos de recarga que, por muy rápidos que sean, siempre son insoportablemente lentos. Tampoco hay esperanzas de la tecnología y la ciencia conocidas de que, con la inversión adecuada en investigación, estos tiempos puedan reducirse a valores competitivos con los del automóvil convencional. Hasta que se resuelva esta desventaja fundamental el coche eléctrico está fuera del mercado y la codiciada transición no se producirá, ni es deseable realizarla.

Para saber mas

Pero como dirás, los fabricantes, todos ellos, anuncian sólo coches eléctricos. ¿Cómo? Buena pregunta. Finjo no saber la respuesta. En cualquier caso, lo cierto es que solo el 1% de los turismos que circulan por carretera en Europa son eléctricos. El país del mundo que tiene el mayor porcentaje de vehículos eléctricos en circulación (16%) es Noruega, pero se encuentra aislado ya que le siguen Islandia, Holanda y Dinamarca con, respectivamente, un 5, 3 y 2 por ciento de coches eléctricos. Además en Noruega los coches eléctricos los paga prácticamente el estado y quien tiene uno posee, muy astutamente, también el convencional. Y ojo, el parque automovilístico noruego consta de tan solo 3 millones de coches: nada comparado con los 30 millones de Italia o los 250 millones de la UE. En una palabra: de hecho, los coches electricos no existen, a pesar de los saltos mortales estadísticos que te hablan del crecimiento de las ventas, una resaca destinada a pasar. Y las resacas desaparecen con duchas de agua fría.

Alguien dirá: tal vez en cinco años las baterías no sean el desorden que son hoy. Tal vez. Pero de todos modos, los coches eléctricos de hoy están fuera del mercado. Ciertamente lo son, si ese “tal vez” es un “no”. Pero aunque fuera un “sí”, si en 5 años las baterías se recargaran en unos minutos, los coches de hoy estarían cada vez más fuera del mercado, ya que en 5 años no tendrán valor comercial.

Pero entonces, ¿qué es ese fuego sagrado para el absurdo? ¿Están todos locos? Por supuesto que no: el río de dinero que fluye con el loco propósito está en pleno apogeo. Y cuando el fracaso es evidente, cuando decenas de miles de estaciones de carga se han oxidado y miles de millones de dinero público en subvenciones se han desviado de hospitales, escuelas y servicios, cuando hay que reconocer que la emisiones de CO2lejos de reducirse en un 55%, se incrementará en un 55%, para entonces los responsables estarán ocupados en asuntos completamente diferentes, algunos lamentablemente bajo un metro de tierra, o dirán que no se ha hecho lo suficiente.

Para saber mas

El coche eléctrico es sólo una pequeña manifestación de la infamia insana. Aquí, el del Superbonus 110% es otro, como finalmente se están dando cuenta incluso los más optimistas aquí, incluso si los intelectuales de Bruselas siguen siendo duros con la aceptación. Las renovaciones caseras gratuitas prometedoras solían ser cosa de vendedores de cepillos, pero eso no era nada nuevo. Quizá usted ya no se acuerde, pero yo sí: hace casi veinte años el Ministro de Medio Ambiente, el abogado Alfonso Pecoraro Scanio, prometió electricidad gratis si instalamos sistemas fotovoltaicos – «¡la energía del sol es gratis!» deliró – pero hoy, después de 24 gigavatios de sistemas instalados y 100 mil millones de euros de nuestros impuestos transferidos de hospitales, escuelas y servicios, el kilovatio-hora eléctrico se ha multiplicado por cinco.

Tengo una propuesta: en cuanto un político te prometa una vida más verde, más ecosostenible, más porquería en fin, no lo voteis; y, de la misma manera, en cuanto alguien te venda un producto más verde, más ecosostenible, más basura en fin, no compres ese producto. Ir a la huelga: yo lo hago, y me di cuenta que había aumentado mis ahorros, tan raros son los productos que quedan sin alguna ecofuffa declarada.

Franco Battaglia, 3 de marzo de 2023

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