Los cánceres de páncreas son una familia de neoplasias, cada una con sus propias características. Estos incluyen neoplasias quísticas, que muchas veces no requieren terapias quirúrgicas inmediatas sino solo una observación en el tiempo para captar una evolución hacia formaciones malignas, y neoplasias neuroendocrinas, generalmente con baja agresividad. Desafortunadamente, el cáncer de páncreas más común es el adenocarcinoma ductal. Subido a los titulares por golpear al desafortunado Gianluca Vialli, es entre los mas agresivos de todo el tracto gastrointestinal.
ADENOCARCINOMA DUCTAL: APARECIENDO CON FRECUENCIA EN EDAD AVANZADA
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El desarrollo del adenocarcinoma ductal se ve favorecido por estilos de vida poco saludables, como el tabaquismo, la inactividad física y el sobrepeso, y la edad avanzada (la mediana de edad de aparición es entre los 65 y los 70 años). Sin embargo, en aproximadamente el 10% de los casos, la genética juega un papel central. Es un tumor con un generalmente mal pronóstico, porque cuando aparecen los primeros síntomas, muchas veces la cirugía no es factible al eliminar, entre las opciones terapéuticas, una posible posibilidad de recuperación. Si el crecimiento está ubicado en la porción de la cabeza del páncreas, puede causar ictericia.
Cáncer de páncreas: síntomas iniciales
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En general, independientemente de la ubicación, yo síntomas de este tumor están representados por dolor en la espalda o en la parte superior del abdomen (especialmente por la noche), cansancio persistente y pérdida de peso importante independientemente de los hábitos alimentarios. “Dado que alrededor del 80% de las personas diagnosticadas con adenocarcinoma ductal han tenido anomalías de azúcar en sangre en el año anterior, si después de los 60-65 años tiene niveles altos de glucosa en sangre, en ausencia de riesgo de escrúpulos puede ser apropiado someterse a un ultrasonido abdominal. Sin embargo, debe recordarse que la hiperglucemia es una condición muy extendida, especialmente en la vejez, y mucho más frecuentemente no se asocia en absoluto a este tumor. No obstante, una revisión extra puede disipar cualquier duda”, asegura el Profesor Massimo Falconidirector del Centro de Páncreas del Hospital Irccs San Raffaele de Milán.
CÁNCER DE PÁNCREAS: EL CAMINO HACIA EL DIAGNÓSTICO EVENTUAL
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Si se sospecha cáncer de páncreas, primero se realiza una ecografía abdominal. Sin embargo, este examen puede dar falsos negativos, debido a que el órgano es difícil de explorar; por lo tanto, luego se realiza una tomografía computarizada. Además, gracias a una muestra de sangre se observan las dosis de marcadores tumorales. Después de cualquier diagnóstico, se realiza una endoscopia. muestreo citológico. En algunos casos, también se planifica una resonancia magnética para descartar o confirmar la posible presencia de metástasis hepáticas. Para personas menores de 75 años también se prevé la búsqueda de posibles mutaciones de los genes BRCAness. “La presencia de estas mutaciones conduce a una mayor sensibilidad al uso de ciertos medicamentos de quimioterapia. La búsqueda de la mutación se asocia con mayor frecuencia al cáncer de mama y de ovario. Si la investigación tiene éxito, también debería extenderse a los miembros de la familia para una posible vigilancia activa”, explica el profesor Falconi.
ADENOCARCINOMA DUCTAL: HAY VISLUMBRES DE ESPERANZA
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Aunque de tamaño pequeño, el adenocarcinoma ductal a menudo causa metástasis. Por ejemplo, las células potencialmente metastásicas se originan a partir de lesiones de un centímetro en el 30% de los casos. A menudo, sin embargo, este tumor se descubre cuando la lesión ya ha alcanzado los tres centímetros, circunstancia en la que el porcentaje se eleva al 90%. Ser “víctima” de las metástasis de tumores pancreáticos son ante todo los hígado y, en segundo lugar, la pulmón. También a la luz de estos datos, las estrategias terapéuticas para el adenocarcinoma ductal se encuentran en una fase de cambio de secuencia. Si la enfermedad es metastásica, la quimioterapia sistémica siempre ha sido la primera (ya menudo única) estrategia terapéutica. “Sin embargo, hoy en día la quimioterapia se está convirtiendo en el primer abordaje terapéutico incluso en formas localmente avanzadas o ya susceptibles de una posible cirugía, muchas veces con un significado definido como neoadyuvanteque implica primero la quimioterapia y luego la operación”, explica el profesor Falconi.
DEBE CONTACTAR CON CENTROS ESPECIALIZADOS
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Al considerar toda la población de pacientes afectados por ella, la supervivencia a cinco años desde el diagnóstico de adenocarcinoma ductal es de alrededor del 12 % y asciende al 30-35% si consideramos únicamente los casos en los que la cirugía es una opción viable. Hoy en día, si este tumor es metastásico al diagnóstico, la esperanza de vida media es de 13 meses, si está localmente avanzado es de un año y medio, mientras que para las formas resecables es de más de dos años y medio. “Estos datos aún son muy insatisfactorios, pero todavía mucho mejores que los de hace unos años, cuando la supervivencia a cinco años de esta neoplasia era solo del 5 al 8%. Además de un abordaje multidisciplinar de la enfermedad, ya bastante extendido en la actualidad, la complejidad del adenocarcinoma ductal requeriría la creación de centros especializados acreditados, como ocurrió con el cáncer de mama con las Unidades de Mama. Los modelos y las vías de tratamiento deben compartirse para ofrecer al paciente la mejor terapia disponible. Es por esto que en el Hospital San Raffaele iniciamos el proceso de acreditación de la Centro Integral de Cáncer según los estándares de la Oeci (Organización de Institutos Europeos del Cáncer)”, concluye el profesor Falconi.