Un derbi derbi, por fin. Porque un derbi sirve para ilusionar, sufrir, acelerar los latidos, sentirse fatal y sentirse bien. Juventus y Turín honraron su partido de forma sublime, montando un espectáculo futbolístico que, de ser más frecuente, haría más valiosos y comercializables los derechos televisivos de la Serie A. Por qué los espectadores neutrales se divirtieron mucho anocheLos hinchas de Juventus y Turín sufrieron como perros durante noventa y cinco minutos, pero eso está previsto en el folleto de cada derbi.
Juventus-Turín: méritos y diferencias
Turín jugó muy bien. La Juventus fue superior en calidad. El Torino hizo el partido en la primera y parte de la segunda parte. La Juventus aprovechó mejor las oportunidades. El Torino se desanimó tras el 3-2 de Bremer (solo él). La Juventus nunca ha perdido los estribos, ni siquiera cuando cayó por segunda vez. Este es el sentido del derbi que vuelve a ganar la Juventus, por vigésima tercera vez en los últimos veinte años, en los que el Torino ha ganado uno y empatado cinco. Y al final siempre es la Juventus, aunque esta vez arda mucho para los granados que durante una hora se mostraron maduros y dueños de la situación, marcando un golazo con el Sanabria que puso la piedra preciosa que les ofreció Ilic.
Sin embargo, la Juventus hizo gala de todo el carácter y malicia que ha desarrollado desde el 20 de enero en adelante, a partir del fallo del -15 que desencadenó algo en el ánimo de un equipo que se había enfadado en su planteamiento. A esto hay que añadir un factor evidente, pero que siempre es bueno subrayar, porque en un momento de la segunda parte, mientras Juric metía y quitaba a Radonjic, después de haberse enfadado con razón por la frivolidad con la que había entrado en un derby; Allegri metió a Chiesa y Pogba, como cantaba De Gregori: la diferencia es llamativa.
Pogba, el regreso
Sí, Pogba. Bienvenido de nuevo a la Serie A Paul, extraño decirlo a finales de febrero, pero en cualquier caso nuestro campeonato ha recuperado un campeón. Entró bien, sacó chispas, se divirtió con algunos números e incluso marcó el lanzamiento de falta que dio pie al cuarto gol. Un aperitivo, ni siquiera un aperitivo, pero un aperitivo muy convincente. Para la Juventus sería una adquisición loca en este momento de la temporada, en el que el llamamiento por recuperar los 15 puntos de penalización ha arrancado desde la sede y la búsqueda de un puesto en Europa o al menos algo heroico, pase lo que pase, ha continuado. del Estadio a terminar. En verano, cuando todo parecía ir sobre ruedas, los aficionados de la Juventus se imaginaban ver a Pogba, Di Maria, Chiesa y Vlahovic. Lo hicieron en el día más frío del invierno. Mientras tanto, sin embargo, descubrieron a Fagioli, que ayer jugó un partido de gran personalidad, lucidez y técnica. A su lado estaba Enzo Barrenechea, de 21 años, que aguantó el impacto del derbi también porque a su lado tenía a un hombre casi de la misma edad que jugaba como un veterano. En el derbi de anoche se vislumbró que el futuro de la Juventus se puede construir con un nuevo modelo, mezclando jugadores estrella y jóvenes de la Next Gen, con miras a contener costos sin comprometer la competitividad. Pase lo que pase en la justicia deportiva, el club tendrá que pensar en una refundación diferente, en la que la gestión financiera necesariamente tendrá que ser diferente, pero la técnica no podrá desviarse de la historia. Ciertamente es más fácil escribirlo que ponerlo en práctica, pero el camino está marcado y el crecimiento de alguien como Fagioli es decididamente alentador.
Por otro lado, la confianza de Juric en lo que vio en la primera mitad y el enfado de Juric por demasiadas distracciones en la última media hora también pueden inspirar optimismo a la gente granada que, esperando esos esfuerzos que recompensarían más partidos como el de ayer.