Un grupo de hombres y mujeres encapuchados muy elegantes recorrieron las calles de Lodi en la tarde del domingo, despertando la atención de muchos transeúntes, intrigados por tanta originalidad en el vestir. La capa es, de hecho, una prenda antigua, de uso frecuente en el pasado y que hoy en día es fácil de reconectar con un sentido de nobleza, de aristocracia. «En realidad, no es así, también porque el manto también puede ser usado por simples campesinos», explica Mario Crotti, quien se enamoró del manto desde muy joven y con todas sus facetas dadas por los diversos tipos de telas Crotti, originario de Casoni di Borghetto Lodigiano, trabaja como peluquero en Orio Litta, pero por un día actuó como guía en la capital. De hecho, Crotti ha organizado un festival entre los amantes de la capa, que llegaron para la ocasión de toda Lombardía, y acompañaron a una treintena de hombres y mujeres, que parecían llegados de otra época, para descubrir las bellezas de la ciudad. Piazza della Vittoria con su Catedral, Piazza San Francesco, el Palazzo della Provincia, Via Incoronata. Precisamente aquí el caso quería casar idealmente a hombres y mujeres con tabarro junto a un Lancia Augusta de los años 30.