un tesoro de 3 mil millones pero costos adicionales en la cadena de suministro

un tesoro de 3 mil millones pero costos adicionales en la cadena de suministro
un tesoro de 3 mil millones pero costos adicionales en la cadena de suministro

La hipótesis de aumentar los impuestos especiales sobre el gasóleo está prevista en el Plan Presupuestario Estructural presentado por el Gobierno el 28 de septiembre, herramienta necesaria para controlar el equilibrio de las finanzas públicas. En el borrador del plan, el ejecutivo prevé armonizar la fiscalidad del diésel con la de la gasolina. Actualmente, el impuesto especial sobre la gasolina es de 0,728 euros por litro y el del diésel, de 0,617 euros/litro: una posible adaptación de los impuestos especiales sobre el diésel al nivel de los vigentes sobre la gasolina aumentaría el precio a los distribuidores y sería equivalente a un desembolso mayor equivalente a 5,5 euros en su totalidad.

Si el consumo de diésel se mantuviera en los mismos niveles registrados en 2023, supondría unos ingresos de 3.100 millones de euros al año para el Gobierno, pero los ciudadanos acabarían pagando la factura. El diésel es el principal combustible de los vehículos de transporte por carretera: los mayores costes en el sector logístico acabarían inevitablemente pesando en el carro de la compra.

El diésel grava como la gasolina

Lo que los técnicos del Ministerio de Hacienda identifican como una “adaptación de los impuestos especiales” está contenido en la parte del plan estructural presupuestario dedicada a la reforma fiscal y, en particular, a la reorganización del gasto fiscal.

Según el Ministerio de Medio Ambiente, la subvención que permite pagar un impuesto especial más bajo sobre el gasóleo de automoción “no tiene justificación en términos medioambientales”, lo que sugiere un aumento del tipo impositivo.

“La alineación de los tipos de impuestos especiales para el diésel y la gasolina sería una palanca estratégica para alcanzar simultáneamente los objetivos de aumentar la eficiencia del sistema fiscal italiano y apoyar la plena consecución de la estrategia de transición energética y medioambiental a nivel europeo y nacional”

Como se ha mencionado, esto se traduciría en más ingresos para el erario y un mayor coste para las personas que disponen de un medio de transporte propulsado por diésel.

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