Las reglas para producir Barolo y Barbaresco cambiarán

El Consorcio de Protección Barolo Barbaresco Alba Langhe y Dogliani, el organismo que regula la producción de algunos vinos conocidos de la zona de Langhe en Piamonte, ha aprobado algunos cambios en los métodos de producción y las limitaciones necesarias para vender el vino con el nombre de Barolo o Barbaresco, ambos elaborados con uvas Nebbiolo. En particular, de las cinco propuestas evaluadas por los agricultores miembros del consorcio, dos fueron aprobadas: una restricción del lugar de embotellado del vino y la posibilidad de vender Barbaresco en envases de gran tamaño, superiores a 6 litros.

Cada uno de los cambios propuestos debía recibir la aprobación -mediante una recogida de firmas- de los agricultores que poseen al menos el 66 por ciento de las tierras en las que se cultivan las uvas para Barolo y Barbaresco, y son responsables de la producción de al menos el 51 por ciento. de esas uvas. Tres de las cinco propuestas fueron rechazadas. La principal innovación, la que ya había obtenido mayor apoyo entre los agricultores, es la “limitación de la superficie de embotellado”, que actualmente no estaba prevista. Es decir, sólo se puede llamar Barolo o Barbaresco al vino embotellado dentro de la zona geográfica en la que es posible cultivar las uvas que acaban en esas botellas.

Era la medida más urgente -según el presidente del Consorcio, Sergio Germano- debido a algunos casos de embotellado en el extranjero. «Los pliegos (es decir, los documentos que contienen las normas para la producción de vinos y establecen sus características organolépticas) redactados hace sesenta años no imponían limitaciones al embotellado, ya que entonces era impensable transportar el vino a largas distancias, mientras que ahora esta posibilidad está hipotéticamente permitida en todo el mundo”, afirmó Germano.

La vinificación y el embotellado son dos momentos distintos de elaboración. La vinificación es el proceso por el cual la uva se convierte en vino: incluye una serie de operaciones, entre ellas el prensado de la uva y su fermentación, momento en el que el azúcar de la fruta se convierte en alcohol por efecto de las levaduras. Una vez elaborado el vino, normalmente en grandes contenedores de miles de litros, se trasvasa a las botellas en las que se consume habitualmente: esto es el embotellado. Este paso se produjo en algunos casos fuera de las Langhe o incluso, más raramente, en el extranjero.

La otra novedad será la posibilidad de que los productores envasen Barbaresco en contenedores de gran capacidad, de 6 a 18 litros, también para la venta: por el momento sólo era posible hacerlo con fines promocionales.

Sin embargo, no fue aprobada una propuesta que había suscitado cierta polémica entre los productores: la propuesta de extender la posibilidad de cultivar las vides de las que se obtienen las uvas para los dos vinos también a la vertiente norte de los cerros. Por ley, las vides Barolo y Barbaresco sólo pueden plantarse en laderas orientadas al sur, que reciben más sol y, por tanto, son más cálidas. Pero debido al cambio climático, el consorcio consideró que incluso las zonas del norte, antes consideradas inadecuadas, podrían producir vinos de calidad. Un aumento de la producción probablemente provocaría una reducción del precio de ambos vinos, algo que preocupaba a algunos agricultores.

Estas nuevas normas no entrarán en vigor inmediatamente: el Consorcio espera que puedan introducirse a partir del próximo año. La solicitud de modificación de las especificaciones de los vinos con Denominación de Origen Controlada y Garantizada (DOCG), como Barolo y Barbaresco, debe presentarse primero a la Región, en este caso Piamonte, y luego compartirse con el Ministerio de Agricultura, que finalmente transmite los cambios a la Comisión Europea.

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