Leonardo, confirmación de Boeing sobre pedidos de fuselajes

El plan de producción para los próximos meses del 787 Dreamliner ha sido publicado por boeing y de momento lo confirmaría en el establecimiento leonardo De Grutas, uno de los proveedores de la cadena internacional, una media mensual de 5 pares de fuselajes. No se trata en absoluto de una saturación del potencial del complejo. Lejos de ahi.

En cambio, se trataría de un mantenimiento de la producción actual con las secciones central y trasera central. Y este mantenimiento parecería confirmar que el intento de la compañía estadounidense sería, por ahora, seguir volando bajo a la espera de recuperar altitud e intentar superar las dificultades que están afectando tanto al programa 787 como a los demás. También hay que considerar que en verano la planta estará cerrada y no habrá producción.

Qué pasó

Estos últimos días el Dreamlifter, el cargamento que embarca los fuselajes y los lleva a Charleston para su montaje, aterrizó en la pista de Grottaglie y se llevó algunos de ellos. Sin embargo, el aterrizaje y el despegue del superjumbo, aunque positivos, no disipan los temores y las preocupaciones sobre el futuro del sitio de Grottaglie. Y alineando los distintos elementos críticos, la reducción de la producción respecto a los volúmenes de años atrás es un hecho, aunque ya se puede decir que la gran crisis provocada por el Covid ha terminado porque los vuelos y las compañías han vuelto a su plena capacidad; la existencia, en Grottaglie, de una acumulación de más de 40 fuselajes, producidos, almacenados y aún no recogidos por Boeing; la reelaboración de algunos tramos 46 (el otro construido es el 44) por defectos técnicos encontrados. Y de nuevo: la disminución temporal de la plantilla de la planta, con 200 que se fueron a trabajar fuera de casa, de modo que hoy la plantilla de Grottaglie es de poco menos de 1.000 trabajadores; el estado de los nuevos proyectos industriales en construcción en Grottaglie, todos confirmados e interesantes, pero que aún no constituyen una alternativa ni siquiera un contrapeso válido a las dificultades del programa 787. Así, si Boeing, con la publicación del nuevo plan, confirma la media mensual de 5 fuselajes, equivaldrá más o menos a mantener el status quo a la espera de tiempos mejores. Esto, en términos consecuentes, podría llevar a Leonardo a tener que encontrar una manera de conciliar el ritmo de producción que sigue lento con la gestión del almacenamiento, dado que en Grottaglie ya no hay espacio para almacenar otros fuselajes. Pero también, quizás, intervenir para intentar dar un impulso al establishment. En este sentido, no se puede descartar una posible transferencia de proyectos a Grottaglie para mitigar la desaceleración del programa 787.

Ya hay un primer impacto. A mediados de marzo, al presentar en Roma el plan industrial 2024-2028, el director general de Leonardo, Roberto Cingolani, afirmó: «Nos hemos comprometido con las aeroestructuras y lucharemos por alcanzar el punto de equilibrio en 2025. Aumentar la rentabilidad del suministro, aprovechando ambos excelencia operativa que la recuperación del mercado, y aumentar el tamaño del negocio a través de alianzas estratégicas”, leemos en el plan quinquenal en materia de aeroestructuras. Y en los cinco años del plan, para aeroestructuras se espera un crecimiento en pedidos e ingresos del 16% y 17% respectivamente, con un equilibrio del Ebita a finales de 2025″. Sin embargo, dos meses después, tras los acontecimientos que afectaron a Boeing, el panorama ha cambiado y el propio Cingolani, en el observatorio estratégico hace unos días con los sindicatos, declaró que es posible un aplazamiento del punto de equilibrio económico hasta finales de 2025 debido a posibles reducciones en los pedidos del 787, ya que Boeing atraviesa dificultades y su desaceleración podría provocar un impacto negativo de hasta 50 millones para Leonardo y el presupuesto de aeroestructuras. Y aunque ha mejorado respecto al primer trimestre de 2023, incluso en el primer trimestre de 2024 el Ebita de aeroestructuras sigue siendo negativo para 43 millones (-56 hace un año, el Ebita es el indicador que mide el beneficio de una empresa sin impuestos). y depreciación).

Además, por si los problemas existentes no fueran suficientes, la FFA (Administración Federal de Aviación) estadounidense abrió otra investigación a la compañía después de que esta declarara que algunos empleados en EE.UU. habían falsificado los registros de inspección de los 787. Podrían ser hasta 450. Los aviones estuvieron involucrados. Boeing dijo que ya había determinado que no habían surgido “preocupaciones de seguridad inmediatas”. Sin embargo, se trata de otro golpe a la reputación de la compañía si lo sumamos a los accidentes y cuasi accidentes ocurridos en el 737, otro avión construido por Boeing, y a la denuncia de un ex empleado, también tomada en cuenta por la FFA pero inmediatamente desmentido por Boeing, sobre la existencia de anomalías e irregularidades en el montaje del 787. Sobre la falsificación de los registros, Boeing aseguró a la FAA que había implementado “una acción correctiva rápida y seria” y confirmó el incidente: “Después de recibir el informe, investigamos rápidamente el asunto y descubrimos que varias personas habían violado las políticas de la empresa al no realizar una prueba solicitada, sino registrar el trabajo como completado”.
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Periódico de Apulia

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