Mayor sueldo gracias al “crédito per cápita”: cómo funciona

Poco más de 900 euros al año, unos 80 euros (netos) al mes para añadir a tu renta disponible. El “crédito social per cápita” de los empleados italianos ascendería a esta cantidad, es decir, la disponibilidad media de gasto de cada beneficiario, que para el año 2023 disfrutaría de un plan social de empresa.

Pero dado que las medias -como en el caso del pollo Trilussa- esconden algo de verdad, al separar los datos medios en función de los beneficiarios, resulta que el 54% de la muestra se benefició de un desembolso de hasta 500 euros, el 19% entre 500 y 1.000 euros, el 16% entre 1.000 y 2.000 euros, el 6% entre 2.000 y 3.000 euros, mientras que sólo el 5% supera los 3.000 euros al año (más de 200 euros al mes de complemento). Al subdividir por sectores económico-productivos, el bienestar medio per cápita para 2023 destaca una mayor participación en los sectores de servicios financieros con 1.683 euros, en los servicios profesionales con 1.181 euros, en el sector inmobiliario con 1.117 euros, mientras que en la industria y en la manufactura , que representan la muestra más numerosa en cuanto a número de empresas y beneficiarios, la cuota media es de 693 euros.

Son datos que surgen del reciente Observatorio de Bienestar de Edenred Italia, uno de los mayores proveedores de bienestar corporativo que opera en nuestro país.

En 2023, el porcentaje de utilización del crédito disponible fue del 80%, frente a un crédito social residual no utilizado del 20%. Es decir, el valor medio del crédito asistencial disponible rondaba los 100 euros mensuales, y un 20% no era utilizado por los empleados (debido a mala comunicación interna, distracción de los trabajadores o desinterés sustancial por la oferta).

El 42% de los empleados entrevistados declara que su empresa ha adoptado un plan de bienestar estructurado, frente al 46% que no lo tenía. El porcentaje de quienes tienen un plan de bienestar se eleva al 53% entre las empresas de más de 1.000 empleados (especialmente las multinacionales), ubicadas en las regiones del norte de Italia (46%), en el sector privado (51%). En particular, el 41% de los empleados declara recibir vales de comida (por un valor medio de poco menos de 7 euros), que también en 2024 se confirma como la prestación más proporcionada por las empresas, seguida de los servicios de salud (31%) y de convenios y descuentos (25%).

TODOS LOS BENEFICIOS DEL BIENESTAR

Las normas sobre bienestar social están esencialmente definidas en los párrafos 2 y 3 del artículo 51 de la TUIR (Ley consolidada del Impuesto sobre la Renta). La norma define los contenidos que no contribuyen a la formación de renta imponible y, por tanto, están exentos de impuestos y contribuciones (por lo tanto, son sólo el gasto de bolsillo del empleador y llegan netos al bolsillo de los empleados). Los principales son:

1. las contribuciones a la seguridad social, a la salud y al bienestar social pagadas por el empleador o trabajador dentro del cumplimiento de las disposiciones y límites legales;

2. donaciones concedidas con motivo de vacaciones o aniversarios a todos o categorías de empleados que no superen las 500.000 liras (258,23 euros) en el período impositivo,

3. el valor de los bienes vendidos y de los servicios prestados (“beneficio complementario”) si el importe global en el período impositivo no supera las 500.000 liras (258,23 euros); los llamados “beneficios complementarios” se incrementaron a mil euros sólo para 2024, con un aumento adicional a 2 mil euros para los empleados con hijos a cargo. Con la misma excepción de la Ley de Presupuestos de 2024, los beneficios complementarios pueden incluir no sólo las sumas por el pago de servicios domésticos (electricidad, agua y gas), sino también las del alquiler o intereses de la hipoteca de la vivienda principal del trabajador, incluso si el contrato de alquiler o la hipoteca están inscritos a nombre del cónyuge del trabajador o de otro familiar.

4. el suministro de alimentos por parte del empleador así como el de los comedores organizados directamente por el empleador o gestionados por terceros; servicios en sustitución de comidas (vales de comida) hasta un importe total diario de 4 €, aumentado a 8 € si se prestan en formato electrónico;

5. la prestación de servicios de transporte colectivo (incluidos los abonos de transporte público local) a todos o categorías de empleados;

6. el uso de las obras y servicios reconocidos por el empleador voluntariamente o de conformidad con las disposiciones del contrato o convenio o reglamento de la empresa, ofrecidos a todos los empleados o categorías de empleados y sus familiares;

7. el valor de las acciones ofrecidas a todos los empleados por un importe global que no exceda de 4 millones de liras en el período impositivo (2.

065,83 euros).

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