España, la burbuja de la energía verde explota en Bolsa

La burbuja verde ha estallado en España. Después de años de crecimiento récord, las empresas de energías renovables que operan en los sectores verdes por excelencia, desde la eólica hasta la solar pasando por la fotovoltaica, han registrado un fuerte cortocircuito que por ahora se puede medir en una pérdida de acciones de más de 6 mil millones. Esto se debe a un crecimiento demasiado rápido que, en algunos casos, no respaldó el repentino colapso de los precios.

Solaria, Acciona Energía, EiDF, Energy, Enerside, Greening, Holaluz, Solarprofit, Umbrella, Audax, Grenergy, Ecoener y Soltec son sólo algunas de las empresas que han registrado pérdidas multimillonarias, problemas con los auditores, sensacionales desplomes bursátiles. Las empresas renovables en España, que hace sólo un año todavía vivían un boom económico que parecía no tener límites, han entrado en una espiral de problemas que los analistas definen hoy como “el estallido de la burbuja verde española”.

¿Será lo mismo en el resto de Europa o en Italia? «Es difícil de predecir, pero sin duda se está produciendo una contracción del sector desde sus primeros esplendores, explica un experto en el sector, aunque sólo sea por el nivel de precios que ha disminuido significativamente a lo largo de los años y, por lo tanto, no garantiza los mismos beneficios importantes» . En Madrid, Holaluz quintuplicó sus pérdidas; Solarprofit anunció su preinsolvencia. «Esto es sólo la punta del iceberg de problemas mucho más graves que afectan a todo el sector, y que la bolsa lleva meses anticipando, como un mal presentimiento», afirma la prensa española. Todas las grandes empresas renovables independientes de España valen ahora menos que los máximos alcanzados en los últimos años. Y Acciona Energía liderada por José Manuel Entrecanales o Solaria, que forman parte del Ibex, el primer mercado español, no son una excepción. De media, las empresas de renovables han perdido el 60% de su valor desde sus picos en 2021. Acciona, por ejemplo, alcanzó un máximo de 207 euros en 2022 y hoy vale 113 euros.

En total, en pocos meses se evaporaron más de 6.000 millones del valor bursátil de empresas de energías renovables. De momento el impacto no parece afectar de forma sustancial a Endesa, la filial de Enel en España ha visto una contracción de su facturación (de 32 mil millones en 2022 a 25 en 2023). Y por tanto la situación puede no ser tan grave en otras empresas más estructuradas.

Para todos ellos la raíz del problema es la misma: «Un atracón de megavatios verdes y, después, una resaca mal gestionada. Y esto conducirá a una selección natural entre los jugadores verdes”. Por otro lado, está claro y escrito en los planes industriales que Endesa, así como la eléctrica española Naturgy, han reducido su gasto previsto en energías renovables, lo que indica una “desaceleración del sector”.

Todo empezó con la guerra de Rusia contra Ucrania, que rompió los patrones clásicos del mercado energético. En 2022, el conflicto desencadenó un aumento histórico de los precios de la electricidad y el gas. Esto significó que las energías renovables fueran vistas como la gran salvación para evitar la dependencia energética externa.

Quizás, sin embargo, excesivamente para la demanda.

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