Viajando por los países nórdicos: Volvo 240 Turbo, el “ladrillo volador”

Viajando por los países nórdicos: Volvo 240 Turbo, el “ladrillo volador”
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Transformación. La idea de que un automóvil dedicado no explícitamente al rendimiento, sino a la practicidad y la seguridad pudiera tener de repente ambiciones deportivas, fue derribada gracias al B21 ET por 2,1 litros, capaz de entregar 155 caballos de fuerza. El “Red Block”, apodo dado al motor porque el bloque estaba pintado de un rojo agresivo -apasionado, estos suecos- se convierte en el primer motor de gasolina sobrealimentado de la historia de Volvo: una unidad moderna, con encendido electrónico e inyección Bosch, acoplada al caja de cambios, de nuevo con cuatro marchas más sobremarcha, mientras que los frenos delanteros pasan a ser autoventilados para la ocasión. No son las únicas novedades en este sentido, ya que el Turbo también se beneficia de las actualizaciones estéticas comunes a toda la gama, es decir, faros y parrilla nuevosparagolpes más pequeños y ligeros, mientras que para reconocerlo de sus hermanos de aspiración basta mirar el lateral, decorado con un hilo adhesivo negro y llantas de aleación de cinco radios con neumáticos 195/60 15.

Elusión de impuestos. En Italia el 244 Turbo se comercializó a partir de enero de 1981, casi inmediatamente con el habitual “truco” de cilindrada inferior a 2 litros (código B19 ET) para evitar la fiscalidad del “lujo”: la potencia baja a 145 CV (pero el par es de 225,6 Nm…), en cualquier caso, con un velocidad máxima de 200 km/h y un 0-100 en unos 9 segundos, la berlina sueca se puede comparar en igualdad de condiciones, también en términos de prestaciones, con Alfa Romeo y BMW.

Incluso en la carrera. Para demostrar la validez de la receta desarrollada por los ingenieros de Volvo, surgió la oportunidad adecuada en 1982, cuando el nueva normativa internacional del Grupo A, que implican la creación de al menos 5.000 ejemplares del modelo que se utilizará en la carrera, que deberá tener al menos cuatro asientos, mientras que el peso mínimo -el bólido de 240 acabará pesando unos 3,5 quintales menos que el estándar-. está relacionado con la cilindrada del motor. Aquí entonces, que la versión racing transforma el dos puertas (se elige la variante de carrocería 242, la más “deportiva” del lote) en una auténtica bestia, que acabará mereciéndose el apodo de “ladrillo volador”. Las modificaciones en la culata, las bielas y los ejes forjados y la presión del turbo aumentada a 1,5 bar le permiten extraer más de 300 CV, para una velocidad máxima de unos 260 km/h. Y esto, junto con el capó y las puertas fabricados en metal con un espesor más fino que los de serie, permite que el coche de carreras más inverosímil pueda dominar los circuitos europeosllevándose a casa la victoria tanto en el Campeonato Europeo de Turismos como en el campeonato alemán.

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