Lavadoras, aspiradoras, smartphones: qué es el derecho a reparar y por qué conviene a los consumidores

Lavadoras, aspiradoras, smartphones: qué es el derecho a reparar y por qué conviene a los consumidores
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El 23 de abril el Parlamento Europeo aprobó la directiva sobre el derecho a reparar. La norma aclara la obligación de los fabricantes de reparar los productos. Animando así a los consumidores a ampliar el ciclo de vida de un producto. Según la directiva, los fabricantes de productos de consumo están obligados a proporcionar servicios de reparación oportunos y económicos. Y para informar a los consumidores de la posibilidad. Para su aprobación definitiva aún falta un paso formal al Consejo Europeo. Los bienes en garantía legal se beneficiarán de una prórroga de un año. Una vez expirado, el fabricante seguirá estando obligado a intervenir sobre los productos nacionales más comunes.

Lavadoras, aspiradoras, teléfonos inteligentes.

Los ejemplos más comunes de bienes que se benefician del derecho a reparación son las lavadoras, aspiradoras y teléfonos inteligentes. Los consumidores tienen la opción de pedir prestado un dispositivo mientras se repara el suyo. O opte por un electrodoméstico reacondicionado. Pero la directiva se aplica a “cualquier bien mueble corporal”. Y es parte de la estrategia más amplia del Pacto Verde, es decir, el paquete de iniciativas para hacer la economía más sostenible. De hecho, la eliminación prematura de bienes produce 261 millones de toneladas de emisiones equivalentes de CO2 y consume 30 millones de toneladas de recursos, generando también 35 millones de toneladas de residuos al año. Se ofrecerá a los consumidores un formulario de información europeo para ayudarles a evaluar y comparar los servicios de reparación.

La plataforma en línea

También está en camino una plataforma online europea con secciones nacionales para encontrar tiendas afiliadas y vendedores de productos reacondicionados. También según la directiva «los fabricantes deberán suministrar repuestos y herramientas a un precio razonable y no podrán recurrir a cláusulas contractuales, técnicas de hardware o software que dificulten las reparaciones. En particular, no podrán impedir el uso de repuestos de segunda mano o impresos en 3D por parte de reparadores independientes, ni podrán negarse a reparar un producto únicamente por motivos económicos o porque haya sido reparado previamente por otra persona. “.

Costo razonable

La directiva exige que los productores proporcionen ayuda a un “coste razonable”. Es decir, el coste de la reparación debe ser más conveniente que el de una nueva compra. En el caso de las piezas de repuesto, debería levantarse la prohibición de utilizar piezas no originales. Abriéndose también a componentes de segunda mano o impresos en 3D. Finalmente, cada país miembro deberá implementar al menos una estrategia para promover las reparaciones, como bonos o fondos de reparación, campañas de información, cursos de reparación o apoyo a espacios de reparación comunitarios.

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