CAYENDO PARA SIEMPRE – El determinismo de la esencia en la materia

votar
7.5

  • Bandas:
    SIEMPRE CAYENDO
  • Duración: 00:52:09
  • Disponible desde: 17/05/2024
  • Etiqueta:
  • Mi Reino Música

Forever Falling nació en 2020 del encuentro entre el multiinstrumentista de Salerno Tullio Carleo y el cantante estadounidense John Suffering, también conocido como John McGovern, de Minneapolis, Minnesota, ambos activos en el panorama musical de sus respectivos países desde hace varios años.
El lanzamiento de su interesante debut “Suspended Over The Immanent” se remonta a 2021, mientras que a finales de 2023 llegó el anuncio del fichaje por My Kingdom Music, discográfica italiana -también de la zona de Salerno- que produce este segundo trabajo. . Prueban suerte con el doom metal de los noventa muy similar a My Dying Bride; se pueden encontrar otras referencias en Paradise Lost, Swallow The Sun y Skepticism, para el lado más funerario de la propuesta; Además, la limpieza de la grabación y la calidad de los arreglos actúan como puente entre aquella época dorada del metal más oscuro y la actualidad, dando, a pesar del arraigo lejano del género musical, un sabor contemporáneo a la obra.
La maestría de Tullio Carleo en el dominio de todos los instrumentos es absolutamente notable y eleva inmediatamente el nivel general desde las primeras escuchas: los redobles metronómicos en cámara lenta recuerdan al espléndido Rick Miah en “Turn Loose The Swans” o “The Angel And The Dark River”. las armonizaciones de la guitarra están perfectamente calibradas, los teclados siempre son reveladores.
Respecto al álbum debut de 2021, hay un paso adelante decisivo tanto en la interpretación sonora como en las composiciones, más efectivas y bien construidas: todo está sabiamente equilibrado, el conjunto es rico en melodía y la atmósfera es ciertamente decadente y melancólica, pero también encantado y onírico. La voz profunda y extremadamente gutural de John Suffering, también hábilmente colocada en contexto. de hecho, es lo que acerca la propuesta de Forever Falling al death doom y al funeral doom, y actúa como contrapeso a las melodiosas partituras de guitarra y sintetizador.
Las seis composiciones, que duran entre siete y más de diez minutos, según exige el género, son extremadamente compactas y no ofrecen aceleraciones ni momentos de especial intransigencia, confiando a las partes vocales la tarea de explorar los lados más extremos del espectro estilístico. Esto coincide perfectamente con las intenciones del dúo, que sin duda apunta al lado más atmosférico que dinámico del doom, y hace que el álbum sea agradable de escuchar pero hierático en su ritmo lento e inexorable, para el deleite de los amantes. de tempos más dilatados e hipnóticos. Las dos primeras composiciones “Leave Me The Stars” y “The Touch Of Ice” tienen especial éxito, pero todas las piezas son apreciadas por su clase y elegancia.
Sin embargo, comparando este disco con una de las influencias más evidentes, el citado My Dying Bride, emerge una cierta monolitismo subyacente, si tenemos en cuenta que en gran parte del trabajo hay reminiscencias de los primeros discos del grupo de Yorkshire, pero sin cualquier hueco. death metal y sin canto limpio.
En verdad, John Suffering también participa en partes declamatorias (en la tercera “September Song”) y canta sin el uso de gruñidos (el último “To You…”), pero el tono es siempre modesto y monótono; Funcional, pero un poco limitado a largo plazo. La capacidad de no pasarse nunca de la raya es admirable, pero a veces puede dar la impresión de que Forever Falling no quiere salir de su zona de confort asumiendo algunos pequeños riesgos; la obra gana en fluidez, pero obviamente falta el toque de imprevisibilidad que podría haber elevado aún más la calificación final.
Sin embargo, también es necesario destacar la aportación de la cantante estadounidense desde el punto de vista lírico, con letras románticas, tristes y filosóficas indiscutiblemente adecuadas al estado de ánimo del disco. La sentencia de muerte que cierra el álbum es casi el resumen final: muy acertado, perfectamente insertado, emocionante, pero ciertamente nada original y mucho menos inesperado.
Un disco valioso que no puede dejar de complacer a los fanáticos del género; Por el trabajo que hace que los oídos de todos los demás se agudicen también, esperamos con confianza el próximo esfuerzo de este merecedor dúo italoamericano.

NEXT El trío Il Volo, los excelentes resultados obtenidos a pesar de las críticas