Hoy, 26/04/2024, se cumple el 38º aniversario de la catástrofe de Chernóbil, el accidente nuclear más grave de la historia de la humanidad, con un número de víctimas aún hoy difícil de determinar debido a la complejidad de los efectos a largo plazo de las radiaciones. y la dificultad para rastrear con precisión las enfermedades y muertes asociadas con el accidente. Una estimación de la ONU habla de 4.000 víctimas, pero muchos expertos hablan de una subestimación sustancial.
Chernobyl, por tanto, no es historia, sino un dramático acontecimiento actual, que una vez más volvió a ocupar el primer plano de las noticias con el estallido de la guerra en Ucrania. Pero Chernobyl no fue sólo destrucción, muerte, angustia, fue también el comienzo de un amplio movimiento de solidaridad destinado a acoger temporalmente a niños de zonas contaminadas para favorecer un intercambio de aire que les permitiera reducir drásticamente la absorción de radiactividad en el cuerpo, gracias a la permanencia en un ambiente no contaminado y a una dieta libre de radionucleidos.
Desde principios de la década de 1990 hasta 2020, Italia acogió a aproximadamente 600.000 niños bielorrusos y más de 100.000 niños ucranianos, como parte de los llamados “Proyectos Chernobyl”, acogiendo a más del 60% de todos los niños acogidos en el extranjero. Nuestro país por sí solo ha hecho más que todos los demás países del mundo juntos.
Por primera vez esta página de solidaridad concreta, de la que todo nuestro país debería estar orgulloso, llega a la gran pantalla con el documental “Las cigüeñas de Chernóbil” (Italia, 2024, 69′) dirigida por Karim Galici y producida por Cittadini del Mondo Cinema per il Sociale con el apoyo de la Fundación Sardinia en colaboración con RAI TECHE.
El documental saca a la luz una reflexión poética sobre lo que fue Chernobyl, no desde el punto de vista de la destrucción y la radiación, sino contando algunas de las hermosas historias que nacieron después, gracias a la acogida y la solidaridad de las familias italianas.
Después del estreno nacional italiano en la Casa del Cinema de Roma el pasado mes de marzo, el estreno nacional suizo también está previsto en Lugano el 25 de mayo, además, también en mayo, la película se estrenará en Nápoles y Sorrento.
A partir del accidente del 26 de abril de 1986, el documental se aventura a pocos kilómetros de la central, siguiendo las huellas de un superviviente que conduce a la tripulación hacia su casa natal evacuada hace casi cuarenta años, y luego recoge el testimonio de un liquidador que intervino para apagar los incendios que se produjeron inmediatamente después de la explosión.
Pero ¿qué pasó con aquellos niños acogidos por familias italianas? ¿Cómo es su vida hoy?
La película cuenta las historias del renacimiento de niños, ahora adultos jóvenes, marcados para siempre por aquel 26 de abril de 1986, fecha del desastre nuclear de Chernóbil.
En la película se alternan diferentes caminos y figuras: como los tres hermanos, que tras crecer separados en tres orfanatos se encuentran unidos por una gran familia italiana; la niña que, gracias a su formación, encuentra trabajo y estabilidad en Cerdeña, pero decide regresar a su tierra natal por amor, o las dos niñas que se hicieron mejores amigas tras ser acogidas por la abuela Bárbara, con quien siguen estando en estrecho contacto como dos verdaderos nietos.
Entre pasado, presente y futuro “Las cigüeñas de Chernobyl” es un conjunto de historias donde las vivencias de los protagonistas fluyen en un torrente de referencias y flashbacks para reencontrarse continuamente con el desastre nuclear del que empezó todo. Historias, no sólo de destrucción, sino también de puentes que se han tendido entre personas y pueblos.
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